Somos seres marcados física y sentimentalmente hablando,
por aquella noche en la que nos dejamos llevar por un amor irresoluble,
en un descenso sin paracaídas hacia una NADA...
Yo soy yo por lo que no he tenido, por lo que deseando no lo conseguí,
por aquellos abismos que me atraían más que cualquier seguridad eterna.
Lo pasajero que dura, lo duradero inasible, otro instante...
y el próximo?
habrá que estar.
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