Alquimia.

Evocando un sueño, suena un son adulterado, cantando una paz sesgada. Notas de grises de fondo, imprimiendo imágenes de un mundo cayendo. Caras de miradas furtivas callando latidos sin respuestas, y el tormento dejando paso a la ausencia del propio sentir. Recuerdos que traen el aroma de la flor del silencio vivido y conocido. Flor oscura como un grito en el vacío, que desgarra y destroza, como el camino esquivado pero conocido.

Descansando la torre de la fortaleza sobre el cojín de la pequeña felicidad, se van recobrando las fuerzas. Los cimientos que parecían sumergidos en aguas turbulentas y arenas movedizas, recobran su firmeza.

Y a golpe de latidos de vida, leves sí, pero vida... se conjuran todos los instantes para ahuyentar los pájaros.

Las aguas recobran la calma; el color volverá.

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