miércoles, 22 de agosto de 2012

El Peligro de la Migración Química

Isopropylithiox-Anthone

Con toda la atención (Justificada) prestada por los minoristas a las oportunidades de tener materiales de empaque “verde” 
¿Por qué no se ve un grado similar de entusiasmo cuando se selecciona un sistema que cumpla con los requisitos para evitar la migración de los componentes de las tintas hacia los alimentos?
Sustancias químicas perjudiciales u otras materias primas utilizadas en las fórmulas de tintas destinadas a materiales de empaque para alimentos podrían, bajo ciertas circunstancias, pasar a través de los sustratos (Incluyendo botellas de PET) directamente al alimento o la bebida. Lo mismo puede decirse de la impresión en una bobina donde el lado impreso permanece en contacto con el alimento.
¿Cuántas compañías son conscientes de esto o cuantas tratan de cumplir con las normativas relacionadas (No encontré una NOM relacionada con este tema, así que solo me referiré a normas internacionales, es decir Unión Europea y FDA)? Esta situación no ha sido apoyada por quejas exageradas de la industria, lo cual acarrearía una confusión general acerca de que es lo que está permitido o no utilizar. Hace poco leí un artículo (Comercial, claro) acerca de los beneficios de un sistema particular de tinta. Solo seis de las más de dos mil quinientas palabras que constaban en el artículo hacían referencia a “olor y migración”. Para los usuarios europeos, esto sería un gran valor agregado si se confirmara que este sistema cumple (O no) con la legislación de la Unión Europea.
En Italia, en el 2005, la EFSA (European Food Safety Authority) descubrió niveles inaceptables de itx (Isopropilthiox-anthone, ver imagen destacada) en leche infantil en polvo que había sido contaminada por tintas UV en el material de empaque. El producto se retiró del mercado rápidamente a un costo financiero significativo.
Pero cinco años más tarde, el estado de la migración del itx permanece sin esclarecerse del todo, a pesar de la disponibilidad de datos toxicológicos conocidos. La EUPIA (European Printing Ink Association) declara que un nivel máximo de 50 ppb (Partes por billón) son aceptables, mientras que el Council of Europe declara al itx como una sustancia no evaluada con un límite de
 10 ppb cuando se utilice en superficies de no contacto con alimentos.
La EPA (Environmental Protection Agency, estadounidense) aún se encuentra analizando si es posible una intoxicación potencial dependiendo de la dosis. Algunas organizaciones alimenticias han declarado que no aceptarán la presencia de itx en sus productos mientras permiten que otros componentes utilizados estén presentes aunque no se tenga información toxicológica disponible ¿Les suena congruente?
La Unión Europea tiene lineamientos muy claros respecto a la migración,
 y fue Suiza (Una nación que no pertenece a la Unión Europea) el primero en adoptarlos en su legislación. En ausencia de una legislación europea armónica, la normativa Suiza podría ser una referencia (Quizá) mundial y así los clientes solicitar un cumplimiento con dicha ley.
Esto podría no ser suficiente para solicitar un sistema de tintas de ‘baja migración’, la cual podría pasar los 10 ppb establecidos en la legislación europea. Mucho mejor sería (Desde mi humilde punto de vista) especificar un rango de “entre 10 y 50 ppb”, cuando la información toxicológica esté disponible y cumpla con la legislación.
Los representantes de esta industria tienen que aceptar una gran parte de culpa por tolerar o promover activamente sistemas de tintas para su uso sin la referencia al cumplimiento de legislaciones. ¿Por qué la industria alimenticia, incluyendo minoristas, no realizan más demandas o solicitudes de mejora relacionadas con este aspecto de la migración química? Después de todo, es razonable esperar que estén preocupados en la perspectiva de que su producto sea adulterado o contaminado. ¿Qué pasos o iniciativas están tomando con sus proveedores para identificar y erradicar ese problema?
Yo pienso que, las empresas  usan productos que no cumplan con cierta legislación como un riesgo que vale la pena tomar dadas las pocas probabilidades de que las agencias encargadas de inspeccionar productos en supermercados (FDA, EFSA, PROFECO o SSA, etc.) realicen un análisis de los materiales de empaque e insistan en un retiro de mercado.
 Estaría interesante ver las consecuencias.


¿Hacia una Estándar Global?

¿Cuántos de nosotros somos conscientes de las diferencias entre las legislaciones mexicanas, estadounidenses y europeas relacionadas con las tintas consideradas en los materiales de empaque?
El sistema de notificación para contacto con alimentos de la FDA (FCN – Food Contact Notification) para una sustancia en contacto con alimentos (FCS – Food Contact Substance) está basado en la exposición y el estimado acumulativo diario para el consumo de una sustancia en particular. En general, para que una exposición acumulada de >0.5 ppb pero <50 aceptable="aceptable" an="an" bajo="bajo" de="de" dos="dos" el="el" establecer="establecer" fcn.="fcn." font="font" inocuidad="inocuidad" lisis="lisis" mutagenicidad="mutagenicidad" para="para" ppb="ppb" programa="programa" requieren="requieren" se="se" sea="sea" su="su">
Esto difiere significativamente de la Unión Europea, donde un nivel de migración de hasta 50 ppb requiere de tres análisis. El enfoque REACH, en contraste, está más basado en el peligro, y en varias formas no es tan riguroso como los procedimientos aplicados a los productos alimenticios y/o farmacéuticos.
Para el futuro, me gustaría ver que la industria alimenticia toma un rol más esencial y responsable en el establecimiento de estándares de migración globales y por lo tanto, comunes. 
Para 40 (O más) de las sustancias utilizadas para la elaboración de tintas UV, no hay información toxicológica disponible. Muchos de los proveedores de materias primas para la elaboración de tintas, no realizan este tipo de investigaciones debido a que sus componentes no están enteramente dedicados a la industria del material de empaque.
En el 2004, un estudio realizado por el School of Health and Life Sciences, King’s College London investigó la transferencia de sustancias de empaque secundario hacia alimentos y resaltó la presencia de varios tipos diferentes de radicales libres foto-iniciadores en el empaque, con el potencial para migrar a un rango que exceda el consumo diario tolerable.
Claramente hay una necesidad de regulación.
 Queda el pendiente para ver si la industria de las tinta tiene el compromiso de apoyar normas o estándares, temiendo ofender organizaciones con interés en la supresión de desviaciones por migración para proteger sus mercados.