El gobierno de Estados Unidos y la NASA han emitido un comunicado dirigido a la población del país en el que piden elaborar un plan preventivo ante la inminente llegada de una tormenta solar "grave".
Pero, ¿en qué consiste realmente? ¿Hay verdadero motivo de alarma?
Las tormentas solares llegan a la Tierra con relativa frecuencia. La superficie activa del Sol emite en ciclos de 11 años unas erupciones que liberan enormes burbujas de plasma magnético al espacio. Si estas partículas llegan a la Tierra, pueden alterar los campos electromagnéticos.
La voz de alarma se debe a que nos encontramos ya próximos al máximo solar, amenazando con provocar alteraciones geomagnéticas si llegaban en la Tierra, según informa en su comunicado la NASA.
¿Hay que preocuparse?
En este sentido, una tormenta solar de gran dimensión puede dañar satélites
o afectar las comunicaciones por radio de alta frecuencia. Pero según informa The New York Times, la tormenta solar que se aproxima, puede ser
lo suficientemente fuerte como para causar graves problemas.
La NASA ha emitido un comunicado preventivo en el que se muestra gran preocupación por la actividad solar, puesto que ésta "podría afectar
la comunicación por radio, los sistemas GPS y las redes eléctricas".
Lo cual ha generado un gran revuelo en el que abundan las especulaciones acerca de posibles peligros aéreos y problemas en las telecomunicaciones.
Esto es el principio
Las tormenta solares percibidas en los últimos meses, se han sentido en la Tierra con una intensidad "mínima", un 1 en una escala de 2 a 5 de intensidad con la que se miden este tipo de sucesos. Pero en lugares más próximos al Sol ha tenido una intensidad mucho mayor, incluso llegando a cegar por completo la nave Venus de la Agencia Espacial Europea.
"Es como si ahora estuvieran llegando los primeros copos del invierno" dice Robert Ruteldge, del departamento de predicción del Space Weather Prediction Center en Colorado, EEUU. El ciclo de 11 años que comprende los cambios solares hace que el Sol esté ahora emitiendo estas erupciones cada vez más intensas y frecuentes que durarán todo el próximo año.
Durante los próximos meses, habrá unas 200 tormentas solares moderadas
y fuertes, de las cuales solo entre 10 y 20 serán realmente "severas" y de las que solo 1 o 2 serán "extremas".
Solo estas últimas suponen un verdadero motivo de preocupación, puesto que además de afectar a las redes eléctricas y comunicaciones, pueden inhabilitar satélites o poner en peligro la salud de los astronautas en la Estación Espacial Internacional