sábado, 18 de abril de 2009

Gabriel García Marquez ....


Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando al descubierto, 
no solamente mi cuerpo, sino mi alma.

Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida,
 aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera.

Posiblemente no diría todo lo que pienso, 
pero en definitiva pensaría todo lo que digo.

Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.

Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos setenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen.

A los hombres les probaría cuan equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, 
sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.

A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a volar.

A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, 
sino con el olvido.

Tantas cosas he aprendido de ustedes los hombres... He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que
 la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada.

He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, 
por primera vez, el dedo de su padre, 
lo tiene atrapado para siempre.

He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, 
cuando ha de ayudarle a levantarse.

(fuente: la web)

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