domingo, 2 de agosto de 2009

La magnetosfera inducida por los océanos, en lugar del núcleo de la Tierra


Tras 400 años de debate y aún no estamos seguros de qué es lo que crea el campo magnético terrestre y, por tanto, la magnetosfera,

a pesar de la importancia que supone como única amortiguación entre nosotros y el mortal viento solar, lleno de partículas energéticas

(compuesto por electrones y protones).

La nueva investigación plantea interrogantes sobre las fuerzas que hay detrás del campo magnético y la estructura de la propia Tierra.

El controvertido documento, publicado en New Journal of Physics

(co-propiedad del Instituto de Física y la German Physical Society),

"¿Las seculares variaciones del campo magnético de la Tierra,

están inducidas por el flujo de los océanos?",

desvía la atención de los postulados geofísicos sobre los fluidos del núcleo

de la Tierra, que respondía en el siglo XX a los misterios de la magnetosfera

y el geomagnetismo.


El profesor Gregory Ryskin, de la Escuela McCormick de Ingeniería y Ciencias Aplicadas en la Universidad Northwestern de Illinois, EE.UU.,

ha desafiado el convenio estándar mediante la aplicación de unas ecuaciones magnetohidrodinámicas a nuestros océanos de agua salada (que conducen la electricidad), y encontró que los cambios a largo plazo (variación secular) en el principal campo magnético terrestre esté posiblemente inducido por la circulación de nuestros océanos.


Los cálculos parece que confirman las sospechas de Ryskin, también había correlaciones de tiempo y el espacio, indicaciones específicas de una relación integral entre los océanos y nuestros sistemas magnetosféricos.

Por ejemplo, los investigadores habían registrado cambios en la intensidad de la circulación actual del Atlántico Norte; Ryskin muestra que estos cambios aparecen fuertemente correlacionados con otros cambios significativos en la tasa de variación geomagnéticas seculares ("tirones geomagnéticos").


Tim Smith, editor de New Journal of Physics, dijo:

"Este artículo, controvertido sin duda, origina un intenso debate y, posiblemente, una fuerte oposición de algunas partes de la comunidad de geomagnetismo.

Como el autor reconoce, los resultados de ninguna manera constituyen una prueba, sino que sugieren la necesidad de seguir investigando la posibilidad de una conexión directa entre el océano y el flujo de la variación secular del campo geomagnético".


A principios de 1920, Einstein destacó el gran reto que planteaba el entendimiento de nuestra magnetosfera.

Más tarde se sugirió que el campo magnético terrestre podría ser el resultado del flujo eléctrico-conductivo de los fluidos de las profundidades de la Tierra, que actúan como una dínamo.


En la segunda mitad del siglo XX, la teoría de la dínamo, que describe el proceso como un sistema de rotación, convectiva, y de movimientos de fluidos conductores de electricidad que mantienen el campo magnético, se ha utilizado para explicar cómo el hierro caliente del núcleo externo de la Tierra crea la magnetosfera.


El documento también plantea preguntas sobre la estructura

del núcleo de la Tierra.


Si bien la investigación de Ryskin, sólo se refiere a cambios a largo plazo en el campo magnético terrestre, señala que,

"Si la variación secular es causada por el flujo de los océanos, todo el concepto de una dínamo operando en el núcleo de la Tierra se pone en cuestión: no existe ninguna otra prueba de flujo hidrodinámico en el núcleo".


A nivel práctico, significa que la próxima vez que utilices una brújula tendrías que dar las gracias a los mares y océanos por influir con la fuerza necesaria para guiarte en tu camino.


Dr. Raymond Shaw, profesor de Física Atmosférica en la Universidad Tecnológica de Michigan, señalaba:

"Hay que tener en cuenta que la idea Ryskin es una propuesta, si es válida, tiene el potencial para considerar irrelevante el paradigma dominante de geomagnetismo, por lo que no habrá ninguna sorpresa a la hora de encontrar opositores enérgicos y críticos".


(fuente.Science)

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