Hoy quería compartir con vosotros algo que pone los pelos de punta:
la lista de las diez ciudades más contaminadas del planeta.
1.- Sumgayit, Azerbaijan.
Fue sede durante la época soviética de más de cuarenta fábricas de productos industriales y químico-agrícolas que liberaban entre 70.000 y 120.000 toneladas al año de elementos contaminantes -caucho sintético, cloro, aluminio, detergentes, pesticidas...
- cuyo efecto se sigue sintiendo hoy en día: una tasa de incidencia de cáncer superior entre el 22% y el 51% respecto al resto de la población,
abortos, nacimientos prematuros, bebés con defectos genéticos
como síndrome de Down, anencefalia, espina bífida, hidrocefalia...
2.- Linfen, China.
Es considerada la ciudad más contaminada de China.
Los cientos de minas de carbón no reglamentadas, fábricas de acero
y refinerías, han contaminado el aire, las aguas y los cultivos agrícolas.
En su atmósfera se respira óxido de carbono, dióxido de sulfuro,
arsénico, óxido de nitrógeno y plomo en cantidades no admitidas,
ni de lejos, por la OMS. Mientras que los hospitales locales reciben
cada día más enfermos afectados de bronquitis, neumonía, cáncer de pulmón
y altos índices de plomo en sangre, los médicos calculan que respirar
el aire de Linfen un día equivale a fumar treinta cajetillas de tabaco
y aseguran no estar preparados para enfentarse a la crisis sanitaria
que se les avecina.
3.- Tianying, China.
Situada en la provincia de Anhui, es el mayor centro productor
de plomo de China.
La tecnología de bajo nivel empleada, la producción ilegal
y la ausencia de medidas de control, provocan que la concentración
de este metal sea superior 8,5 veces en el aire, 10 veces en el suelo,
y 24 veces en las cosechas a lo permitido por los estándares chinos.
Sus habitantes, en particular los niños, sufren envenenamiento por plomo,
cuyas consecuencias son dificultades en el aprendizaje, hiperactividad, alteraciones en el crecimiento, problemas visuales,
dolores de estómago, irritación del colon, mal funcionamiento del riñón,
anemia, lesiones cerebrales...
4.- Sukinda, India.
El valle de Sukinda, en el Estado de Orissa, contiene el 97% de los yacimientos de cromo de la India y una de las mayores minas a cielo
abierto del mismo mineral en el mundo.
Doce de ellas siguen funcionando sin ningún tipo de plan ambiental
y más de 30 millones de toneladas de roca están repartidas en las áreas circundantes y las riberas de los ríos.
Esta zona es también propensa a las inundaciones, lo que resulta
en una mayor contaminación de los cursos de agua.
Aproximadamente el 70% de la superficie de sus aguas y el 60%
de la potable, contiene cromo en valores más de 20 veces por
encima de lo recomendado por las normativas nacionales e internacionales.
Hemorragias gastrointestinales, tuberculosis y asma son dolencias comunes entre la población. La infertilidad, los defectos de nacimiento
y la mortalidad prenatal, son también sus consecuencias.
Según informes, el 85% de las muertes de los trabajadores
de las minas y el 86 % de las muertes de los habitantes de los pueblos industriales cercanos se relacionan con enfermedades producidas
por la contanimación.
5.- Vapi, India.
La ciudad de Vapi marca el extremo sur del "Corredor de Oro" de la India,
un cinturón de 400 Km. de polígonos industriales en el estado de Gujarat,
que incluye Nandesari, Ankleshwar, y Vapi.
Existen en él más de mil industrias dedicadas a la fabricación de productos químicos, petroquímicos, farmacéuticos, pesticidas, textiles,
colorantes, abonos, pinturas...
Los residuos generados contienen metales pesados, cianuros, pesticidas, compuestos aromáticos complejos, como los bifenilos policlorados,
y otras sustancias tóxicas.
Vapi y Ankleshwar fueron declaradas zonas "críticamente contaminadas"
por la Junta Central de Control de la Contaminación de la India en 1994.
Los vertidos a los ríos Damanganga y Kolak,
altísimos en niveles de mercurio, plomo y zinc,
hace que la vida apenas exista en ellos.
En los productos locales se ha llegado a encontrar hasta 60 veces más
metales pesados -cobre, cromo, cadmio, zinc, níquel, plomo, hierro...
- que en los no contaminados producidos en grupos control.
Muchos residentes no tienen más remedio que beber estas aguas
debido a la ausencia de un sistema adecuado para eliminar
los contaminantes industriales, lo que ha dado lugar
a una muy alta incidencia de enfermedades respiratorias,
dermatitis química, carcinoma y cánceres de garganta.
Las mujeres padecen una alta tasa de abortos espontáneos,
hemorragias durante el embarazo, fetos anormales e infertilidad.
Los niños sufren dolencias respiratorias, enfermedades de la piel
y retraso en el crecimiento.
6.- La Oroya, Perú.
Esta ciudad, situada a tan sólo 174 kilómetros al este de Lima,
alberga industrias refinadoras de plomo, cobre y zinc y sufre
todas las contaminaciones posibles: del aire, de la tierra y de las aguas
-en las del río Mantaro ya no existe vida, ni animal ni vegetal-.
Si la OMS considera peligroso tener más de 5 gramos de plomo
por decílitro de sangre, el 99% de los niños de La Oroya tienen niveles
de 45 g/dl de sangre y hasta los bebés nacen ya contaminados.
Los análisis hechos a 850 recién nacidos en la ciudad minera
mostraban que el 75,3% tenía entre 6 y 10 gramos de plomo
en cada decilitro de sangre, y el 24,7% restante,
más de 10.
7.- Dzerzinsk, Rusia.
Hay veces que llueve sobre mojado. Y eso le ha pasado a Dzerzinsk,
que hasta el final de la Guerra Fría fue uno de los principales
centros de producción de armas químicas como el gas mostaza
y el gas sarín, y hoy en día, sigue siendo un importante
centro de la industria química.
Sin embargo, siempre se prestó poca atención a los efectos de toda
esta producción, por lo que llegaron a arrojarse casi 300.000 toneladas
de desechos químicos entre 1930 y 1998 y, de estos residuos,
alrededor de 190 productos químicos identificados fueron
a parar a las aguas subterráneas y crearon lodos con un contenido
17 millones de veces superior al límite seguro de dioxinas y fenol
-un producto químico industrial que puede dar lugar a intoxicaciones
agudas y la muerte-.
Los habitantes de Dzerzinsk viven, en promedio, unos 42 años
en el caso de los hombres y unos 47 en el caso de las mujeres.
8.- Norilsk, Rusia.
Norilsk, una de las dos ciudades más pobladas del círculo polar ártico,
fue fundada en el año 1920 y ampliada en 1935 para formar parte
del complejo minero-metalúrgico del mismo nombre,
que a su vez formaba parte del sistema de campos de trabajos
forzados del estalinismo.
Durante la época de los gulag, 16.806 prisioneros murieron
debido al hambre.
La industria minera lanza cada año a la atmósfera de la ciudad
alrededor de 4 millones de toneladas de cobre, plomo, níquel,
arsénico, selenio...
La contaminación es tan grande que la zona carece de vegetación,
el aire huele a azufre, la nieve es negra,
y el color de los ríos varía del negro al verde.
Según la OMS, al día de hoy, en Norilsk hay más recién nacidos
con deformidades que en Hiroshima dos décadas después
de la explosión nuclear.
La esperanza de vida de sus pobladores es 10 años menor
que en el resto de Rusia.
9.- Chernóbil, Ucrania.
Todos hemos oido hablar de Chernobil, triste protagonista
del mayor accidente nuclear de la historia,
ocurrido el 26 de abril de 1986 y el único que ha alcanzado
la categoría de nivel 7 -el más alto- en la escala INES.
La cantidad de material radiactivo liberado fue unas 500 veces
mayor que la liberada por la bomba atómica de Hiroshima.
El aire que envuelve la ciudad todavía contiene uranio, plutonio
y otros metales pesados, así como partículas radioactivas.
El peligro a la exposición a la radioactividad es tan grande
que aún hoy se mantiene una zona de exclusión alrededor
de la planta de 30 Km. de extensión.
Podéis encontrar un artículo impactante acerca de las primeras
tareas para enfrentarse a la tragedia en Una breve historia.
10.- Kabwe, Zambia.
Kabwe está situada a unos 150 Km. al norte de Lusaka, capital del país.
En 1902 se descubrió que sus tierras esondían ricos yacimientos de zinc
y plomo, por lo que las industrias de la minería y fundición comenzaron a proliferar, manteniéndose activas hasta 1994 haciendo caso omiso de los peligros de contaminación.
Actualmente la producción ha cesado, pero han dejado una ciudad
envenenada por las altas concentraciones de polvo de plomo,
cadmio, cobre y zinc en el suelo y en las aguas.
Una pequeña vía fluvial va desde el corazón de las minas hasta el centro
de la ciudad y el agua que discurre por ella se emplea para el consumo humano. La mayoría de los trabajadores y los residentes están expuestos
a niveles tóxicos de plomo a través
de la inhalación del polvo que flota en el ambiente.
(by.aquíestuveayer)
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