Purificar todos los males y allanar el camino para un futuro próspero
y saludable, son los pensamientos que existen representados de una forma
u otra en todas la culturas conocidas por el hombre.
En el monte Takao a una hora de Tokio se produce uno de los rituales
de purificación más insólito de Japón, el “Matsuri Hiwatari“.
Estos ritos de purificación se vienen realizando todos los años a finales de invierno y principios de primavera.
En este ritual de fuego originado en la antigua India se busca quemar el Karma negativo, que según los preceptos del budismo se consigue
transformar los pecados y errores en virtudes.
La hoguera se pone en marcha mediante una flecha sagrada tomada desde
un arco que ha sido bendecido durante los ritos que preceden
al acto principal.
Miles de tablillas, normalmente de cedro son quemadas.
En ellas se escriben los nombres de las personas que recibirán
el ritual y también en ocasiones sus enfermedades o problemas.
En este gran fuego de la sabiduría del Buda entran en escena los sacerdotes
de uno de los recintos principales del budismo japonés, la escuela Shingon.
Un budismo que se centra en rituales y procesos que conducen a la iluminación.
Unos monjes que son conocidos por pasar bastante tiempo meditando
debajo de las caídas de aguas heladas de los gélidos inviernos del monte Takao.
El acto comienza con bendiciones y con unos movimientos
escénicos donde el sacerdote principal mediante unas cañas de bambú se
flagela con agua hirviendo antes de su paseo por el fuego.
Una vez alimentando en el fuego sagrado los deseos del pueblo,
los monjes caminan descalzos sobre las brasas en un paseo
de purificación sintoísta.
Impecablemente vestidos con ropas tradicionales algunos agitan cascabeles
y instrumentos de metal sagrado, mientras cruzan el camino ardiente
de la transformación de los pecados.
Un ritual que se está convirtiendo cada vez más popular de cara al turista
y hoy en día incluso los fieles pueden cruzar las brasas una vez concluido
el desfile de los monjes.
El fuego es símbolo de vida, una energía en movimiento que lo componen
las fuerzas mágicas de la naturaleza.
Este elemento purificador donde se transforma la materia
en energía es parte esencial en muchas de las culturas como punto principal
de invocación, aunque realmente los límites de estas prácticas ancestrales
en algunos lugares superan la realidad,
transformando una devoción en un sublime fanatismo.
by.elbauldejosete
No hay comentarios:
Publicar un comentario