miércoles, 28 de octubre de 2009

aQUeLLa dECIsiÓN ...



Saltaba de cuerda en cuerda como si nada.

Para eso no tenía problema el equilibrista.

Incluso se lo pasaba en grande, como un niño,
haciendo temblar las cuerdas y sometiéndose al riesgo de caer al vacío.

Si bien nunca ha caído, y no sabe lo que es el vacío.

¿Será bueno?

¿Será malo?

¿Cómo voy a saberlo si no caigo?

Pero si caigo, ¿sabré volver?

¿Habré perdido mi capacidad de rizar el rizo?

Por fin el equilibrista,

un día, se deja caer,

llevándose todo su equilibrio para equilibrar al abismo.


¡¡¡ HASTA MAÑANA !!!

No hay comentarios: