Un artista es libre de contradecirse a sí mismo durante la creación
de su propia obra.
Si un artista afirma que ha desarrollado una obra siguiendo ciertas reglas
no tiene por qué ser cierto que realmente lo ha hecho así.
La libertad del arte así lo requiere.
Sin embargo, los historiadores del arte, si leen que el artista
ha hecho dichas afirmaciones se atreven a calificar de errores las partes
de la obra que no cumplen con dichas reglas.
Errores, intencionados o no, que no lo son para el admirador de la obra.
Paul Lombardi es un musicólogo que compone música y analiza por ordenador
la música compuesta por otros.
Afirma que Ígor Stravinski cometió errores garrafales en su obra coral
“Cánticos de Réquiem” (Requiem canticles) de 1966, una de sus últimas obras
y obra cumbre de su periodo dodecafónico o serialista,
iniciado tras la muerte de Arnold Schoenberg, el inventor del dodecafonismo.
Ha analizado dicha obra con las técnicas matemáticas que se usan para analizar
la obra de Schoenberg y ha descubierto que viola ciertos invariantes
que caracterizan la música serialista.
Por tanto, Stravinski ha cometido errores graves (serial mistakes)
en dicha obra.
Por cierto, Ígor Stravinski en los 1960, ya anciano y genio reconocido por todos,
tenía todo el derecho de decir lo que le viniera en gana y de componer lo propio.
Los amantes de la música clásica y de las matemáticas disfrutarán
de Paul Lombardi,
Michael J. Wester, “Serial mistakes in Stravinsky’s Requiem Canticles,”
Mathematics and Computers in Simulation, Article in Press, 2009.
by.francisthemule
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