Mis pies, en otro mundo, calzados y abrigados jugarían a andar soñando
en crecer para gastar.
Mi cansado cuerpo, en otro mundo, descansaría de juegos y lecciones entre
algodonadas caricias de cálidas sábanas.
Mi mente, en otro mundo, se llenaría con ilusiones y fantasías.
En mi mundo, descalzos pies andan incansables buscando que soñar
En mi mundo, acurruca su fatigado cuerpo alrededor de un escaso fuego,
intentado buscar calor en la proximidad de las moribundas llamas.
En mi mundo, mi mente se llena con maneras de buscar que soñar.
Mi mundo es ese, lejano a otro mundo.
Y aún me quedan ganas de parar e ilusionarme con el reflejo de las aguas creyendo
ver como será ese otro mundo.
Y aún me quedan ganas de parar e ilusionarme con el reflejo de las aguas creyendo
ver como será ese otro mundo.
Quizás algún día....
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