jueves, 18 de febrero de 2010

Laberintos en el hoy ...


Todo es un laberinto que crece en cada instante
y se hacen alma en uno

Uno se para en el extremo de aquel camino y sin aviso alguno
se crean otros caminos más intrincados,
que sin buscarlos hacen a la historia más compleja...

Qué queda ...
simplemente desmarañar toda conectividad imaginaria
que es usada por el sistema en la búsqueda de un algo...

Atar cabos, relaciones inverosímiles, argumentos dantescos en los cuales
ese granito se convierte en roca dura,
y uno queda en un océano inmensurable de dichos y palabras,
a la merced de la habilidad de un letrado.

Cuál es la verdad, cuál es el camino más corto,
cuál es la espera, cuál...cuál...cuál.
Algo que se repite casi sin sentido alguno, pero es así,
el enfrentar a las oscuras relaciones de algo que abarca tanto
y es manejado por el conciente colectivo, estigmando al hombre.

Mirar las cosas caminando,
poder ver las infinitas caras de las cuales necesitás una respuesta,
sentir aquello que dicen sin decir, y ser uno un cúmulo de sentires en ese instante,
en la sumatorias de instantes en el afuera...
Un laberinto intrincado,
más por el hombre que por la propia naturaleza,
un caminar por sutiles caminos entre el allá y el acá,
un respirar verdes aún prestados, un día a día tras la espera en el aquí...
algo que sólo aquel que lo vive puede expresarlo...
un hoy distinto pero con pesadillas que no terminan,
pero finalmente un hoy en los verdes y celestes...
Laberintos que se te hacen alma en el cuerpo...

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