Recuerdo cuando era niña y mis rodillas siempre estaban parchadas, me caía en triciclo, en bicicleta y en patines, una herida tras otra y como dolían...después del dolor, comenzaban a cerrarse, lentamente iban cicatrizando y venía esa terrible picazón.
Y bueno, hoy ya no me dueles, pero no sabes...cuanto me picas.
Inevitable...ya me cubrí de otoño.
(By Evora)
No hay comentarios:
Publicar un comentario