Redondas como un atrapa sueños eran esas ruedas que tantas veces rodaron por aquellos empedrados
Y todos tus sueños quedaron atrapados en sus radios de silencios y risas.
Me contaron que aquel empedrado cobró una luz tan limpia
que hasta el sol tuvo envidia de tanta claridad.
Y como pompas de jabón tus deseos se esparcieron
sobre el brillo de aquel reflejo.
El silencio llora porque le arrancaron las alas de tu bicicleta
y ese vuelo que alza cada atardecer ya no será.
En cambio tú supiste anidar la magia tan increíble
que echaste a volar.
Sin hacer ruido.
Como siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario