Una masa de gente que asiste a un concierto en un estadio de fútbol tiene orden a corta distancia, parejas, grupos de amigos, etc.; pero no a larga distancia, no existe relación entre los grupos.
Por el contrario, un batallón militar en formación tiene estructura a corta (compañías) y a larga distancia.
Análogamente un compuesto químico que se enfría muy rápidamente después de su formación no suele presentar una estructura ordenada a grandes distancias, es decir, a cortas distancias cada átomo sí se rodea de otros compatibles con la composición, pero no se encuentra un orden general: se dice entonces que es un sólido amorfo o vítreo.
Si el compuesto enfría despacio y en unas condiciones de presión adecuadas aparece un orden a largas distancias y se origina un cristal.
De la exposición anterior podemos inferir que es más fácil, en el sentido de que es más común, encontrar sólidos amorfos que cristalinos.
En el espacio interestelar encontrar un cristal se hace todavía más difícil debido a que los rayos cósmicos destruyen la estructura.
Un artículo publicado este mes por el equipo de Ciska Markwick-Kemper de la Universidad de Manchester informa de la detección de un silicato de magnesio cristalino (forsterita) en el flujo de salida del quásar PG 2112+059. No se ha detectado ningún silicato cristalino en nuestra galaxia.
Si tenemos en cuenta que en los quásares la radiación es mucho mayor que en el espacio interestelar, ¿cómo explicar este fenómeno?
Asumiendo que el quásar es el origen de estos compuestos y que proporciona condiciones de enfriamiento y presión adecuadas para la formación de estos cristales.
La forsterita representa un 5% de los compuestos detectados.
También se ha encontrado sílice, una forma de óxido de aluminio llamada corindón y una forma de óxido de magnesio llamada periclasa.
Todos estos compuestos forman parte de las rocas y se encuentran fácilmente en la Tierra.
Pero ¿cual es el origen último de este polvo interestelar?
Sabemos que los distintos elementos químicos se originan en el interior de las estrellas, proceso conocido como nucleosíntesis.
Los quásares son potentes fuentes de ondas de radio.
Estas son el resultado de que la materia (básicamente estrellas) está siendo arrastrada por el agujero negro que se encuentra en su centro y emite energía según va cayendo hacia él. Pero no toda la materia es engullida.
Parte es cocinada, transformada y escupida en forma de chorros.
Estos nuevos datos permiten plantear la hipótesis de que el agujero negro supermasivo que proporciona la energía al quásar es el artífice de estos compuestos.
Esta hipótesis, además, explicaría el origen del polvo interestelar a partir del cual se formaron sistemas planetarios como el Solar ya que el polvo actual se formó en estrellas de 10.000 millones de años de antigüedad, demasiado jóvenes en el momento de la formación del Sistema Solar, hace 4.500 millones de años.
Los quásares sin embargo se formaron poco después del Big Bang.
Somos, pues, polvo de estrellas...cocinado en un agujero negro.
Original: http://arxiv.org/PS_cache/arxiv/pdf/0710/0710.2225v1.pdf
No hay comentarios:
Publicar un comentario