Hm, mi Señor
Hm, mi Señor
Realmente quiero verte
Realmente quiero estar contigo
Realmente quiero verte Señor
Pero falta mucho tiempo, mi Señor
Se confirma que uno se acuerda del Barba cuando truena...
La Fe tiene algo de eso, sólo se intenta echar mano de ella cuando verdaderamente la necesitamos.
Pero, como pasa como con el Seguro, primero es preciso encontrar con urgencia dónde dejamos la maldita póliza, buscar nerviosos el teléfono de atención al cliente, y poco a poco descubrimos la letra pequeña que no leímos en su momento.
Nuestra fe, abandonada hace mucho en algún cajón tampoco nos cubre muchas incidencias que tarde o temprano suceden.
Es inútil echarle la culpa al comercial que nos vendió el Seguro, o al capellán del colegio o a la hermana Sor Dita.
La cruda realidad es que somos los únicos culpables por desidia de nuestra frustración por no hallar consuelo ni satisfacción
si no la vida es incompleta y muy dura.
Las manifestaciones de esa religiosidad son muy variadas pero, contrariamente a lo que pretenden ciertas corrientes laicistas, no es algo que debe quedar como escondido y almacenado, al contrario lo habitual es que tenga una dimensión social y refleje la fe de las personas, una fe imperfecta, pero que es propia de la naturaleza racional del hombre a lo largo de la historia.
Si la fe no se ejercita, se caduca.
Definir qué es religión (del latín religare o re-legere) ha sido y es motivo de controversia entre los especialistas.
Según el sociólogo G. Lenski, es «un sistema compartido de creencias y prácticas asociadas, que se articulan en torno a la naturaleza de las fuerzas que configuran el destino de los seres humanos.
Religio no viene, como suele decirse, de religare, de estar atado el hombre a Dios.
Como tantas veces, es el adjetivo quien nos conserva la significación original del sustantivo, y religiosus quería decir “escrupuloso”; por tanto, el que no se comporta a la ligera, sino cuidadosamente.
Lo contrario de religión es negligencia, descuido, desentenderse, abandonarse.
Frente a relego está nec-lego; religente (religiosus)
se opone a negligente.
ararat
No hay comentarios:
Publicar un comentario