jueves, 8 de julio de 2010

Nuevo detector de muones para hallar bombas nucleares ocultas

A unos cientos de millones de años después del Big Bang, el universo estaba a oscuras.
Los océanos calientes de átomos de hidrógeno y los iones negativos de hidrógeno impregnaban el espacio.
El cosmos, tal y como lo conocemos, comenzó a tomar forma cuando los átomos y los iones emparejados formaban el hidrógeno molecular, lo que hizo perder calor a las nubes de gas, permitiendo que se enfriasen lo suficiente para formar las primeras estrellas.

Pero ¿cuánto tiempo le llevó formarse el hidrógeno molecular?

Ese capítulo de la historia cósmica no está muy claro.

Ahora, con la recreación de química de las nubes de gas primitivas en el laboratorio, se ha determinado la velocidad a la que los átomos de hidrógeno y los iones negativos de hidrógeno se combinaron en la sopa primordial.

El resultado ofrece a los astrofísicos un manejo más sólido sobre la masa de las primeras estrellas, al reducir la incertidumbre de la masa mínima estimada de un factor de 20 a tan sólo 2, según el informe publicado en Science.

El experimento ha "eliminado una gran incertidumbre en las simulaciones teóricas sobre la química y la velocidad de enfriamiento de las nubes de gas primigenias", señala Avi Loeb, físico teórico en la Universidad de Harvard.

Con el mejor manejo de la química que hay ahora, se puede conectar la información en modelos por ordenador para explorar las propiedades de las primeras estrellas.

A pesar de que tan sorprendente simple reacción, la combinatoria de H y H–, ha sido muy poco entendida, dada la dificultad de juntar los ingredientes en el laboratorio, explica Daniel Savin, uno de los autores del estudio e investigador del Laboratorio de Astrofísica de la Universidad de Columbia.

Savin y sus colegas, además de Holger Kreckel, que ahora está en la Universidad de Illinois, Urbana-Champaign, decidieron llevarlo a cabo, en primer lugar generaron un haz de iones de hidrógeno cargados negativamente y lo lanzaron a toda velocidad por un tubo.

El haz pasaba a través de una cámara donde un láser golpeaba los electrones libres adicionales, de alrededor de un 7% de los iones, dejando una mezcla de hidrógeno e iones de hidrógeno con carga negativa, para que reaccionaran entre sí más abajo en el tubo.

En el tramo final del aparato, los investigadores contaron cuántas moléculas de hidrógeno había producido la reacción.

"Resulta que las formas moleculares de hidrógeno se creaban más rápido de lo que se pensaba", dice Savin.

"Esto significa que las primeras estrellas probablemente se formaron más rápido de lo previsto." Conocer la velocidad de reacción es una mejora, pero no es suficiente para concretar la masa de las primeras estrellas.

"Ya que no acabamos de conocer las condiciones iniciales desde la que se formaron las primeras estrellas; todavía no conocemos de manera fiable la distribución de las masas".

Conocer la rapidez de formación del hidrógeno molecular, ayudaría a los científicos a modelar tanto las primeras estrellas como la evolución de la estructura cósmica a través del tiempo, declara Volker Bromm, un astrofísico de la Universidad de Texas, Austin.

Esto se debe a las propiedades, comportamiento y predestinación de las primeras estrellas, afectadas por los acontecimientos cósmicos que siguieron, como la formación y distribución de las galaxias primigenias.

"De hecho, un aspecto fascinante de este estudio es que los procesos de microfísica puedan tener a gran escala, estas implicaciones cosmológicas", subraya Bromm


- Referencia: ScienceNow.org, por Bhattacharjee Yudhijit

by.bitnaveg.

No hay comentarios: