… Se te va desprendiendo poco a poco…
El presente desaparece y tú te conviertes en memoria…
Te despojas de todo.
Miedos, sentimientos, deseos:
los guardas como trajes viejos,
en el armario de una desconocida sabiduría
y de una paz inesperada…
La rutina aferrada a su tobillo le impedía alzar el vuelo.
En una de sus alas inútiles abrió una ventana
para asomarse a los sueños.
El hombre cierra los ojos y sueña que es libre
cuando la realidad le sobrepasa.
El hombre se inventa historias que le ayuden a ser feliz.
No importa lo absurdas que sean, se las cree.
Hasta que un día algo se rompe dentro y se da cuenta de lo
atado que está a la fantasía para sobrevivir.
Cuando el hombre descubrió el paraíso abrió su cabeza
para que anidaran los pájaros.
Ya sin engaños, sin preguntas solemnes sobre su existencia,
se tumbó al sol.
Se merecía un descanso.
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