martes, 18 de enero de 2011

El Cerebro no duele.


A los neurólogos les gusta comentar que
 "el cerebro no duele".

 Con el individuo despierto, podemos importunarle
 con todo tipo de estímulos molestos:

- ¿Le duele?

- No

El cerebro no tiene "receptores de dolor".
 Eso explica por qué no duele. 
Cualquier dolor generado en la cabeza necesariamente tiene
 que provenir de las meninges y grandes vasos que sí tienen
 los exigibles receptores que detectan el dolor liberado
 por los tejidos cuando estos son convenientemente perturbados.

Generalizando esta conclusión a otras percepciones podríamos
 afirmar también que el cerebro no huele, no ve, no oye,
 no degusta,  palpa ni siente calor o frío. 

El cerebro sí podría estar triste o alegre, relajado o angustiado. 

Podemos estimular lugares específicos con electrodos...

- ¿Qué siente?

- Una profunda tristeza.

Los tejidos expresan su adversidad segregando dolor pero
 las neuronas cerebrales, según anden las serotoninas, 
dopaminas, endorfinas, adrenalinas y otras moleculinas,
 lo hacen liberando estados de ánimo, emociones... 
que son detectadas por los receptores correspondientes transformándolas en señales que llegan a la consciencia,
 donde son sentidas por el individuo.

¿Duele? 
Algo no va bien en los tejidos.

¿Tristea? 
Algo falla en las neuronas de la tristeza del cerebro.

La afirmación de que el cerebro no duele le viene bien
 a todo el mundo.

 Todos prefieren que el cerebro se limite a recibir las señales 
cartesianas del dolor y amplificarlas o ignorarlas, según convenga. 

Podemos manipular esas señales propiciando el confort
 en los tejidos, con dietas, posturas, ejercicios y reposos adecuados
 a la vez que evitamos la amplificación anímica cerebral 
modificando modos de ser y afrontar inadecuados...

Las señales de dolor podemos manipularlas con fármacos que las rebajan, bloquean...

En las tristezas y otras disfunciones neuronales
 podemos ir más al fondo del asunto.

 Subimos serotoninas, opiáceos y cannabinoides, 
rebajamos el tono de la dopamina y adrenalina y el cerebro
 dejará de segregar desánimo, oir voces y angustiarse.

Me gustan esas preguntas capciosas ...

- ¿Cuántos ojos hay?

- Dos

- Bueno, hay dos cámaras oculares que recorren el mundo para obtener datos, pero realmente sólo hay un ojo, el ojo de la mente. 

Está en el cerebro. 

Es el que realmente ve, o, más bien, construye lo que vemos
 También es el que ojea, dirige la mirada...

Los ojos no tienen receptores de visión sino de radiación electromagnética (luz). 

En la retina hay receptores de luz y no luz (oscuridad). 
Los dos son fundamentales para que el cerebro vea bordes, contrastes, formas elementales y complejas... 
Los ojos no ven caras ni árboles. 
Es el cerebro el que integra memoria visual (inteligencia)
 y datos de retina y nos proyecta el resultado a la consciencia convertido en visión,
 justo cuando traspasa ese ámbito misterioso de la percepción.

No son los nociceptores (receptores de nocividad)
 los que construyen dolor.

 Se limitan a tomar datos de amenaza consumada o inminente 
en los tejidos. 

Con esos datos y con los aportados por la memoria del dolor (inteligencia nociceptiva) el cerebro "duelea"... 
proyecta dolor en un momento 
y lugar por un por qué y un para qué...

La función algógena, la que genera dolor,
 reside en el cerebro, al igual que la "visiógena", "olfatógena",
 y "sonógena".

- Se repite mucho doctor...

- Lo sé pero el error de Descartes está muy agarrado
 en las mentes de los dolientes y sus cuidadores a la vez que los aciertos del gran René, su racionalismo, el método experimental,
 la duda metódica, la desconfianza en lo que dicen las autoridades autoconsagradas y los sentidos... 
no acaban de formar parte de nuestras reflexiones y actitudes.

Puede que el cerebro no duela pero duelea y el que, 
con toda seguridad siente dolor es el individuo...

- No es su columna la que duele.
 Es el cerebro.

- O sea que soy YO...

- No exactamente. Es su cerebro...

- YO... ¡El cerebro soy YO!

- No. USTED es su cerebro y su USTED. 
Los dos son importantes.

- A eso le llaman dualismo...

- Naturalmente, pero hay muchas maneras de entenderlo... 
Una simple célula es dualista.
 Suceden cosas en su interior (lo intracelular) y el resultado de todo 
ello produce información que sale al exterior (lo extracelular) 
y así la célula conoce algo de sí misma. 

Existe el interior y el exterior pero están integrados, interelacionados.

 El cerebro sería el equivalente en organismo a lo que es el interior 
de la células. 

El individuo sería el exterior...

- Déjelo... Sólo sé que me duele

- Sólo sé que eso indica que su cerebro ha decidido duelear... 
ahí y ahora...

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