La masa de la Tierra aumenta continuamente debido a la aportación de materia extraterrestre.
Una materia que, además, no llega hasta nosotros en forma
de grandes asteroides que pongan en peligro nuestras vidas,
sino de una manera mucho menos visible y peligrosa,
pero mucho más constante.
Un equipo de científicos acaba de calcular, en efecto,
que unas 40.000 toneladas de polvo cósmico y de otros materiales procedentes del espacio impactan cada año con la Tierra.
Y lo que es más, esa enriquecedora « lluvia de partículas »
se mantiene constante por lo menos desde hace 30.000 años.
Eso es precisamente lo que afirma un equipo de investigadores alemanes y estadounidenses en un estudio
que hoy publica la revista «Science».
Científicos del Instituto Alfred Wegener de Investigación Polar y Marina (AWI) de Bremerhavener y otros colegas estadounidenses
del Observatorio Terrestre Lamont Doherty de la Universidad
de Columbia en Nueva York han analizado por primera vez
en un núcleo de hielo antártico el contenido de un isótopo de helio
, el Helio 3, que abunda en las partículas de polvo cósmico.
Isótopos de Helio 3
« El polvo cósmico se carga por el viento solar con átomos de helio durante su viaje a través del espacio interplanetario.
Se produce entonces un fuerte enriquecimiento en Helio 3,
un isótopo raro en la Tierra »
« Partículas de polvo cósmico de un tamaño de unos pocos micrómetros sobreviven a su ingreso en la atmósfera terrestre
y transportan su carga de helio sin cambios hasta la superficie
de nuestro planeta ».
Gracias al análisis del Helio 3 y de otro isótopo más frecuente
en la Tierra, el Helio 4, se pudieron determinar por primera
vez las variaciones temporales del flujo de helio entre los períodos fríos
y cálidos.
Los resultados podrían ser de gran ayuda para la interpretación
de datos climáticos de núcleos de hielo y de sedimentos marinos
y lacustres, ampliamente utilizados en el análisis de la historia
del clima sobre la Tierra.
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