viernes, 21 de enero de 2011

Los primeros resultados de la misión Planck



 
Se realizó en París y vía webcast la rueda de prensa

 Un resumen.

Los científicos de la misión Planck están trabajando para analizar los datos del fondo cósmico de microondas (CMB) y descubrir en ellos señales de la inflación cósmica. 

¿Cuándo publicarán estos datos?

 En el turno de preguntas han dicho que necesitarán unos dos años
 (así que habrá que esperar hasta principios de 2013). 

Los datos que han liberado hoy son datos sobre fuentes de radiación compactas, tanto en microondas como en el infrarrojo lejano, muchas de ellas descubiertas por Planck.

 Estas fuentes pueden ser considerados como “ruido” para el análisis del CMB, pero que son de gran interés astrofísico y cosmológico. 

Se han descubierto unas 15000 nuevas fuentes en el rango de frecuencias entre las ondas de radio y el infrarrojo lejano, tanto fuentes en nuestra galaxia (la Vía Láctea) como en galaxias cercanas y lejanas.

 Se ha logrado un nuevo mapa de la red cósmica (cosmic web) de materia oscura y fluctuaciones primordiales de materia, nuevos cúmulos y supercúmulos de galaxias y nuevas fuentes anómalas de microondas en la Vía Láctea que se han identificado como ”gas oscuro” (dark gas).

 Unos comentarios sobre cada uno de estos descubrimientos.


Jean-Loup Puget, “The Cosmic Infrared Background Fluctuations with Planck,” nos ha hablado de la red cósmica de materia oscura que se observa como pequeñas fluctuaciones del fondo cósmico de infrarrojos. 

Planck ha estudiado en detalle 6 regiones del cielo (AG, LH2, SP, N1, 
Bootes 1 y Bootes 2) y ha encontrado galaxias ultraluminosas en el infrarrojo que están formando nuevas estrellas a un ritmo muy alto
 (miles de veces mayor que en la Vía Láctea). 

Todo indica que se trata de las primeras galaxias que se formaron antes
 de los primeros 2000 millones de años tras la Gran Explosión. 

El estudio de estas galaxias será de gran interés para entender
 la formación de la red cósmica. 


Nabila Aghanim, “Planck Observations of Galaxy Clusters, Building Blocks
 of the Universe,” nos ha indicado que Planck ha observado 199 cúmulos 
de galaxias, 30 de los cuales son un descubrimiento nuevo
 (189 serán publicados hoy, para los 10 restantes habrá que esperar a la publicación de un artículo técnico que ha sido enviado). 

Estos cúmulos y supercúmulos galácticos se han observado gracias 
al efecto de Sunyaev-Zeldovich, la “sombra” que los cúmulos muestran
 en el fondo cósmico de microondas.

 Muchos de los nuevos cúmulos descubiertos están en su fase de formación
 y no son visibles en estudios previos que estudiaron su emisión de rayos X. 

Nabila nos ha recordado que desde hace 20 años no se realiza
 un estudio tan detallado de todos los cúmulos y supercúmulos del universo; además, su análisis mediante la radiación de microondas abre una nueva ventana para el estudio de la física de estas grandes estructuras del universo.


Finalmente, Clive Dickinson, “Anomalous Microwave Emission Sources in the Milky Way,” nos ha presentado un interesante estudio del “gas oscuro” 
de nuestra galaxia. 

El gas oscuro no tiene nada que ver con la materia oscura o la energía oscura. 

Se trata de fuentes que emiten radiación de microondas cuyo origen
 no se conoce en detalle pero según Clive podrían ser nubes de polvo
 en rotación. 

Así lo muestra el análisis detallado de la nube molecular observada 
en Perseo (ver figura arriba) cuyo espectro (gracias a Planck en el rango 
de 0’4-3000 GHz) muestra un pico (alrededor de los 30 GHz)
 que casa muy bien con lo predicho por las simulaciones teóricas 
para un nube de polvo en rotación. 

Estas nubes de “gas oscuro” no están constituidas de hidrógeno neutro
 y gases moleculares (como monóxido de carbono, CO).

 Por el contrario, se cree que podrían estar constituidas de una fase molecular “oscura” en la que el hidrógeno molecular (H2) sobrevive pero el CO
 es destruido.

En resumen, los científicos de la misión Planck hacen públicos estos datos
 de forma temprana para que sean estudiados por otros científicos ajenos
 a su objetivo prioritario, el fondo cósmico de microondas.

 Los nuevos datos son muy interesantes y su interpretación y consecuencias requerirá numerosos estudios futuros. 

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