martes, 8 de marzo de 2011

¿ Creamos o descubrimos...?


He hablado de esto alguna vez porque es un tema del cual me gusta reflexionar porque, aunque creo que ni a científicos y artistas nos importa demasiado, sí he escuchado o leído argumentos donde se defiende que los científicos no somos creadores, sino que descubrimos lo ya creado: 
la naturaleza.

 Por ejemplo, en el libro La poesía de los números de Antonio J. Duran, Catedrático de Análisis Matemático, leo que Fernando Savater en Las preguntas de la vida escribió:

“Es el creador quien fabrica algo que sin él nunca hubiera llegado a ser, el que trae algo al mundo que sin él nunca podría haber existido precisamente de ese modo y no de otro más o menos parecido”.

Según este argumento, Leonardo da Vinci, Picasso, Mozart, Shakespeare o Cervantes, fueron creadores porque sin ellos no existiría La Gioconda,
 El Guernica, La Flauta mágica, Romeo y Julieta o el Quijote. 

Igual habría obras que hablaran del mismo tema y tuvieran un argumento parecido, pero nunca serían iguales a estas obras.

Es claro pensar que... ¿Si Einstein no hubiera existido, lo hubiera descubierto otro? que la teoría especial de la relatividad fue una teoría que, quizá,
si no la hubiera desarrollado Einstein lo hubiera hecho otro, 
porque era una teoría que estaba en el aire por los descubrimientos 
de la época.

 Pero que la teoría general de la relatividad fue una creación matemática surgida únicamente de la imaginación de Einstein y, 
sin él, puede que nunca la hubiéramos llegado a desarrollar.

Es cierto que los científicos lo que hacemos es explicar lo que ya existe.

 Los científicos no creamos la tierra esférica, sino que descubrimos que es así; no crean los electrones, sino que descubrimos que existen y cómo se comportan.

 Pero en el hecho científico hay, sin embargo, dos planos:
 uno es lo descubierto-ya sea un teorema, una ley universal,
 una galaxia o un elemento químico-, 
y otro es la forma en que se hace o se justifica el descubrimiento.

Los científicos descubrimos, pero para descubrir algo hay que crear la forma de descubrirlo. 

Y, a veces, esta forma ha sido tan original y genial, 
que podríamos decir que aunque otro hubiera descubierto lo mismo años más tarde seguro que no lo hubiera hecho de la misma manera.

Casos así ocurren sobre todo en matemáticas,
 ya que es una ciencia completamente inventada,
 creada, por el ser humano y que además es la única que
 se basa en ella misma, en sus axiomas y teoremas. 

Las relaciones geométricas existían antes de que las matemáticos
 empezaran a destriparlas, pero el método por el cual
 se descubrieron no estaba descrito.

Un ejemploes la relación existente entre las áreas de la parábola y el triángulo (lo que llamamos la cuadratura de la parábola), 
 puesto que si Arquímedes no la hubiera descubierto,
 algún otro lo habría hecho más tarde o más temprano.

 Pero, Arquímedes no sólo estableció la relación entre esas áreas, 
sino que lo hizo de una determinada manera; y es, precisamente,
 a esa forma específica de establecer la relación entre áreas equilibrándolas mediante una palanca, a la que sí se le puede
 llamar un acto de creación. 

Esa manera de descubrir lleva el sello inconfundible de Arquímedes; 
al igual que no podemos imaginar Las Meninas sin Velázquez, 
es difícil imaginar esos razonamientos geométricos sin Arquímedes.

En su obra sobre La cuadratura de la Parábola, Arquímedes probó que el área definida por una parábola y una línea recta equivalía exactamente a 4/3 el área del correspondiente triángulo inscrito, tal y como se puede observar en la figura de la derecha.

Para obtener ese resultado, desarrolló una serie geométrica infinitesimal con una razón común de 1/4.

Determinar los centros de gravedad implica una forma de “pesadas de las figuras” en una balanza conceptual.

Arquímedes explota esta noción para evaluar las áreas y los volúmenes, lo que él denomina su “método mecánico”.


Del mimos modo, antes o después habríamos ingeniado un experimento
 que demostrara que la Tierra gira, pero quizá no hubiera sido con el sencillo péndulo de Faucault; quizá hubiéramos descubierto la carga del electrón,
 pero quizá no con el brillante experimento de la gota de aceite de Millikan;
 o quizá hubiéramos descubierto la ecuación que rige la atracción de los planteas, pero no calculando la caída de la Luna hacia la Tierra.

Los científicos descubrimos el comportamiento y la estructura la naturaleza, pero crean la manera de hacerlo, una manera única y, 
a veces, irrepetible. 

En este sentido, somos creadores del mismo modo que los artistas, escritores o músicos.



Pero...

Las Partículas Elementales de Materia-Energía y sus combinaciones conforman todo lo que Existe Desde Siempre en el Universo, científicamente sin un imposible Origen desde La Nada,
 y religiosamente desde su Creación en la Eternidad.

 O sea que los científicos solo podemos Descubrir lo que existe,
 y para los religiosos ésta es la Verdad Revelada. 

La forma de hacerlo no es etimológicamente una Creación,
 sino una forma práctica de hacerlo, la cual indudablemente
 tiene un gran mérito para su realizador.

El término Crear solo se puede aplicar a Dios, 
que no debe ser usado, ya que hacerlo es un acto gratuito de Soberbia muy común en el mundo del Arte 
donde hay un exceso de Vanidad.

Simplemente somos Hombres...

 Argumento del oscurantismo de la Humanidad.


"Desde lo personal..."

Hacer ciencias en en Gran acto de FE.

Existe algo más allá de cualquier ciencia, la cual no puede explicar.
luego que el hombre le atribuya el nombre que quiera...

De ahí sostengo que ningún científico puede ser Agnóstico.

 Existe un gran arquitecto del TODO.

Causalidad y no casualidad en la conciencia del TODO.

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