miércoles, 11 de mayo de 2011

de mi Alquimia a los Druidas...



Al ser la sociedad celta un grupo de clanes más o menos comunicados entre sí, no se puede afirmar que tuvieran una sociedad de estructura uniforme, sino más bien variada, en función de cada clan, y de los lugares donde habitaban.
Sin embargo se puede destacar que la sociedad celta estaba dividida en 2 sectores prioritarios, cada uno de ellos separado a su vez, en varios niveles claramente delimitados: por un lado las jerarquías religiosas, integradas en orden descendente, por los druidas, sacerdotes, jueces, médicos y en ocasiones administradores de bienes comunitarios, los vates, filósofos, adivinos, expertos en magia, sanadores, y los bardos , quienes se encargaban de cantar las alabanzas a los dioses, difundir las tradiciones y conservar los mitos, además de cultivar la literatura oral y transmitir los relatos de hazañas guerreras a la posteridad. También existían los principiantes llamados amadaurs, que significa “hijos del roble”, que eran los aspirantes a bardos. El sector laico, por otra parte estaba integrado por el resto del clan, compuesto por los equites (la nobleza), encabezada por el rey (o el equivalente celta de los señores feudales), sus familias y la corte; en el nivel inmediato los guerreros, y luego los artesanos, obreros, agricultores y cuidadores de ganado; en este estrato se le brindaban atenciones especiales a los herreros y a los artesanos y demás trabajadores manuales.


LOS DRUIDAS 

Las tres jerarquías druídicas han sido, sin duda alguna, los cargos más relevantes de la cultura celta, si no en poder, al menos sí en su influencia sobre el resto de la población, ya que sus integrantes de mayor rango (los druidas) además de sacerdotes, podían actuar como jueces, ocupando con frecuencia el lugar de los brehones, y sus consejos y dictámenes eran muy apreciados y respetados por todos los estamentos sociales, incluida la nobleza.

Los druidas, como sacerdotes y sabios, jugaban un papel fundamental en todas las comunidades celtas de Irlanda, Britania, Bretaña y las Galias. La mayoría de la información que se dispone sobre los druidas, proviene de fuentes romanas, ya que los sacerdotes celtas desdeñaban la escritura y transmitían su enseñanza a través de la palabra, por tradición oral.

Se dice que establecieron una teocracia, llegando a manejar en cierto momento de la historia las decisiones y actitudes de los reyes.
Los druidas se reunían en las arboledas sagradas, preferiblemente en arboledas de robles y se dice que hacían una asamblea anual en el bosque de los Carnutos, del cual se sospecha que estaría ubicado al norte de Dublín, donde existe el agrupamiento de robles más grande del mundo.


LAS DRUIDESAS

Julio César, quien recopiló datos sobre los druidas, no menciona a las druidesas, quizás debido a que él habla de los pueblos celtas de la Galia Transalpina, y no llegó a conocer las Islas Británicas, donde la mujer tuvo un papel destacado hasta la llegada del cristianismo.

Según Pomponio Mela, quien sí visitó las islas “ había en la alta Caledonia mujeres sacerdotizas llamadas bandruidh que, al igual que los druidas varones, están divididas en tres categorías: las de menor autoridad permanecen reclusas y deben observar voto de virginidad perpetua, son las que se encargan de alimentar los fuegos perennes en honor a Dana y Bilé, sus dioses mayores.

En la segunda categoría, las sacerdotizas pueden casarse, pero deben permanecer encerradas en el santuario al que están consagradas, y sólo pueden abandonarlo unos pocos días al año, para cumplir con sus deberes conyugales; sin embargo pueden alternar con las gentes, a las que dicen la buenaventura , y leen su futuro en las hojas de muérdago.” 

“Una bandrui de la clase más alta, jerarquía a la que sólo se accede después de años de estudio y dedicación y un completo rito de pasaje, puede circular libremente, y se dedica a servir al pueblo, y mantener vivas las tradiciones religiosas; narran las leyendas de los guerreros y los dioses, practican la astrología y adivinan el porvenir por la lectura de las víctimas de los sacrificios humanos, que son practicados exclusivamente por los druidas varones”. “

Se dice, aunque no he podido comprobarlo personalmente, que las banfilidh más poderosas, como las llaman en su lengua, residen en la isla de Saina, en el Mar interior (mar de Irlanda), tienen poder sobre las tempestades, que pueden convocar a voluntad, pueden convertirse en aves y curar las enfermedades más atroces… 

Estas mujeres son altamente reverenciadas por el pueblo, pues dominan la magia de las piedras y las hierbas curativas, son las que preparan a los moribundos para el bien morir, preparan hechizos de amor y se ocupan de los nacimientos.


CEREMONIAS DE INICIACION

Es importante recalcar la orientación chamánica de la tradición druídica, lo que, como en toda comunidad de este tipo, implica necesariamente una ceremonia de iniciación, tres en este caso. El sentido de estos “ritos de pasaje”, es darle al aspirante la oportunidad de cambiar su forma de percibir el mundo. 

En sí el rito abre ciertas puertas internas que el discípulo no ha podido abrir por sí mismo, dándole el ritual las sensaciones y estados de conciencia con los cuales se convertirá en bardo, vate o druida.

Como se explicaba anteriormente los bardos son los poetas, y es el primer escalón del aspirante a druida. En esta etapa se trabaja el arte, activando el hemisferio cerebral derecho, trabajando en los mundos internos, el mundo de los sueños, los contactos con la naturaleza, la impregnación de las fuerzas de la naturaleza, la canalización de las fuerzas, lo cual se hace a través de la poesía, la música, u otro tipo de arte.

Es una etapa de madurez, en la cual el discípulo se va encontrando con sus propias fuerzas, tratando de reconocer que es una individualidad sagrada, el pequeño uno, que debe despertar como parte del juego cósmico de la vida. 

Es también una puesta a punto para el siguiente grado, en el cual tendrá que comenzar a trabajar con sus propias fuerzas.

En el grado de vate, el discípulo ya conoce más de sí mismo, trabaja más con sus propias fuerzas, debe conocer el arte de la adivinación, las mancias, el arte invocativo, el manejo directo de energía, aprendiendo a trabajar con su sola voluntad, intensificando su propia magia.
Ya cuando llega a druida, el discípulo se convierte en maestro, pudiendo ingresar voluntariamente a los mundos internos, manejar concientemente la energía, intervenir en asuntos humanos con el objeto de cambiar ciertos acontecimientos, como ocurría cuando iban a la guerra.


LOS TUATHA DE DANANN

Los Tuatha De Danann provienen, según la leyenda, de cuatro grandes ciudades, probablemente míticas, de las cuales no se conserva registro de la ubicación original: Falias, Murias, Gorias, Finlas, de cada una de las cuales habían traído un tesoro mágico. Prestemos atención a la simbología alquímica.

De Falias la “Piedra del Destino”, de la cual se dice que gritaba cuando se hallaba en su presencia el sucesor auténtico al trono de Irlanda. De Murias procede el Caldero de Dagda, en posesión de la Diosa Ariandod; de Finlas la lanza infalible, propiedad de Nuada, el de la Mano de Plata, y de Gorias la espada invencible de Lugh, el del Largo Brazo. Tuatha De Danann significa “hijos de Dana” o “Clan de Dana”. Dana es la Divina Madre.

Se dice que fueron dioses venidos del cielo. Según la leyenda, antes de ser reducidos al papel de seres invisibles, los “Danann” fueron los amos visibles de Irlanda.
Se dice que llegaron un 1º de mayo, que corresponde a la fiesta de Beltayne, envueltos en una nube mágica que los hacía invisibles, y cuando una vez disipada esa nube, los Fir Bolg, habitantes de allí, empezaron a preocuparse por la presencia de esos seres.

Algunos dicen que llegaron por mar, y eso nos hace referencia a la Atlántida. Luego hubo una batalla entre estas dos poblaciones y se cuentan innumerables leyendas. Pero lo que nos interesa es que los Tuatha De Danann eran dioses, eran Lugh, dios del sol, Diancecht, maestro de la medicina, que se aparece al estilo de médico del siglo actual, Bel, Dagda, Nuada, Dana (la madre de todos ellos), Govannon (el herrero, corresponde al Vulcano griego), Gwyddyon, propagador de las artes y del alfabeto oghámico, Mannanan, etc. Todos estos eran los dioses de los celtas irlandeses.
También se dice que vienen de la isla sagrada, de la Thule nórdica. 

Los celtas conocían también estas tradiciones, ya que los druidas suelen viajar a dicha isla. Veamos lo que dice el maestro Samael Aun Weor al respecto: “Tal ínsula bendita e imperecedera, nunca, jamás en la historia de los incontables siglos ha participado del Némesis de los otros continentes, por ser ciertamente la única cuyo destino es durar desde el principio hasta el fin del Mahamvantara, pasando por cada Ronda” “Esta es, fuera de toda duda, la arcaica cuna paradisíaca de ADAM-KADMON, la primera raza humana, gende andrógina, protoplasmática, capaz de reproducirse como ya dijimos, mediante el poder de la voluntad y de la imaginación unidas en vibrante armonía.” “Isla venerada, morada exótica del último mortal Divino, escogido, entonces como un Shishta para semilla de esta humanidad pigmea.”. “Tierra milyunanochesca de los paraísos Jinas, en las regiones septeptrionales del mundo.” 

“La estrella polar del norte fija en ella su vigilante mirada, desde la aurora hasta la terminación del crepúsculo de un día del Gran Aliento”. “Isla bendita que debemos buscar en el fondo mismo de nuestra conciencia íntima”. En esa isla viven los dioses, hay una montaña y una fuente, la montaña se llama la “montaña de los dones”, allí se reciben fuerzas, se prometen trabajos…….

El maestro Samael habla del Grial y de los Dannan: “Semejante Vaso, antes fue regalado por la Reina de Saba a Solimán, o Salomón - El Rey solar - y fue patrimonio, según otros, de los Tuatha De Danann, raza JINA, del Gaedhil (la Galicia Británica).”

Veamos otra cita: “Antiguas tradiciones Irlandesas, consignadas sabiamente en los deliciosos cantos de los Bardos o Rapsodias Nórdicas, hablan con justa razón de un extraordinario pueblo, CAINITA o INCA, es decir, de “Sacerdotes Reyes”, llamado de los TUATHA DE DANAND (Danand es en idioma irlandés común) habilísimo en toda clase de artes mágicas aprendidas en Tebas.” “Obviamente se trata de un gran pueblo “JINA”, prototipo del “Judío Errante” infatigable viajero.”+ “Los Tuatha de Danand recorrieron los países mediterréneos, hasta llegar a la propia Escandinavia, donde fundaron, además de una ciudad Lunar y otra Solar, cuatro grandes ciudades mágicas.” 

“Llegados de nuevo los Tuatha a Irlanda, desembarcaron en dicha isla protegidos como Eneas en Cartago, por una espesa niebla mágica (o velo de Isis, y de la cuarta dimensión que los ocultara).”

“Con otras palabras diremos que los Tuatha llegaron de regreso a Irlanda por entre la cuarta dimensión.” “Escrito está en viejos cronicones la muy célebre batalla de MADURA donde ellos se cubrieron de gloria derrotando a los tenebrosos FIRBOLGS” “

Era en efecto tan grande la excelencia de los Tuatha de Danand, tan poderosos e innumerables sus huestes, que las llanuras se vieron cuajadas de hordas combatientes que se extendían hasta las regiones por donde se oculta el sol al declinar el día. 

Sus héroes se inmortalizaron ante TARA, la capital mágica de Irlanda.”
“Los Tuatha no llegaron a Erim en barco alguno conocido, ni nadie alcanzó a determinar claramente si eran gentes nacidas de la tierra o descendidas de los cielos, ni si se trataba de entes diabólicos o de una nueva nación que no podría en modo alguno ser humana si por sus venas no corría la regia sangre de Berthach, el infatigable, el fundador de la Ceinne primitiva”. “Al ocurrir Gran Catástrofe Atlante, los Tuatha de Danand se metieron dentro de la cuarta dimensión definitivamente.

“En la etérica región de nuestro planeta tierra, habitan dichosas algunas razas humanas, esas gentes aún en nuestros días de tanta amargura, viven todavía en estado paradisíaco.” “Obviamente las muchedumbres Jinas como aquellas conocidas como los Tuatha de Danand, moran dichosas en el Edem bajo la regencia de la Primera Ley” 
(la ley natural, el ocultismo innato).

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