domingo, 5 de junio de 2011

Cuando el cuerpo habla...





El resfrío se agudiza cuando el cuerpo no llora.

El dolor de garganta obstruye cuando no es posible comunicar las aflicciones.

El estómago arde cuando las broncas no consiguen salir.

La diabetes invade cuando la soledad duele.

El cuerpo engorda cuando la insatisfacción aprieta.

El dolor de cabeza oprime cuando las dudas aumentan.

El ciático se pinza cuando la tristeza y la indecisión no se resuelven.

El corazón desiste cuando el sentido de la vida parece terminar.

La alergia aparece cuando el perfeccionismo se vuelve intolerable.

Las uñas se quiebran cuando las defensas se ven amenazadas.

El pecho se comprime cuando el orgullo esclaviza.

El corazón se infarta cuando sobreviene la ingratitud.

La presión sube cuando el miedo aprisiona.

Las neurosis paralizan cuando “el niño interno” tiraniza.

La fiebre quema cuando las defensas ya no sostienen las fronteras de la inmunidad.

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