Resonó el eco
a lo largo del valle entre las montañas
y el silencio del viento,
donde la mística
se vuelve el modo de vida.
El sin fin de luces rodeando tu piel,
destellos fugaces nos funden
en un baño de pasión
y de quenas y sikus.
Fundirse mentalizando el cuerpo
y corporizando la mente.
Todo se funde, todo fluye
y se convierte en oro.
Se convierte en nada,
se convierte en todo.
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