viernes, 9 de septiembre de 2011

La Galaxia, un lugar poco amigable.


La moderna astrofísica afirma que el universo es un sitio peligroso, plagado de fenómenos violentos: agujeros negros, magnetares (estrellas de neutrones), rayos cósmicos galácticos procedentes de núcleos activos, etc.

¿Podría ser ésta la solución a la paradoja de Fermi?

 ¿Son destruidas las civilizaciones antes de
 que tengan tiempo de alcanzarnos?

 No parece probable, ya que tanto los agujeros negros, como los magnetares pueden constituir serias amenazas para estrellas individuales o grupos de ellas, pero nunca para una galaxia entera. 

Por su parte, los núcleos galácticos activos no parece probable que afecten a estrellas situadas en las regiones externas de la galaxia, como los brazos espirales, por ejemplo.

De todas formas, puede que haya otros dos mecanismos que sean capaces de explicar la paradoja de Fermi: supernovas y destellos 
de rayos gamma.

·                  Supernovas

Una supernova es la explosión cataclísmica de una estrella vieja. Suceden con una frecuencia de una o dos por siglo en la galaxia.
Existen dos tipos principales de supernovas: las Ia son enanas blancas que captan materia de una compañera binaria y las tipo II son estrellas masivas moribundas. 

En una explosión de supernova se liberan descomunales cantidades de energía en una enorme variedad de formas: neutrinos, rayos X y gamma, etc.

Una supernova cercana (30 años luz o menos) podría acabar con gran parte de la vida en la Tierra. Los rayos gamma interaccionarían
 con el nitrógeno molecular atmosférico, disociándolo, con lo que
 se combinaría con el oxígeno para dar lugar a óxido nítrico.

 Éste reaccionaría con el ozono, destruyéndolo rápidamente.

 La radiación ultravioleta del Sol acabaría con la vida multicelular.
No parece haber evidencia directa de que una supernova haya causado alguna de las extinciones globales conocidas y tampoco parece seguro que pudiesen amenazar la aparición de inteligencia
 a largo plazo. 

De hecho, quizá resulten necesarias para la vida, constituyendo
 otra bomba de evolución.


Lo que parece indudable es que debido al movimiento propio
 de nuestro Sol, tarde o temprano, se cruzará una supernova
 en su camino (ninguna estrella en un radio de 60 años luz 
de la Tierra está previsto que acabe como supernova en los próximos millones de años).

 Se estima que cada 100-200 millones de años explota una supernova en un radio de unos 30 años luz. 

Entonces, cabe preguntarse:

 ¿por qué estamos aquí?

Una posibilidad es que nuestros cálculos sean incorrectos o no comprendamos los efectos de una supernova cercana (en este caso, la paradoja no pinta nada en el asunto). 

Pero quizá estamos aquí porque la Tierra ha sido extremadamente afortunada. 

Así, la paradoja quedaría solucionada simplemente diciendo que cualquier otro planeta no ha tenido tanta suerte como el nuestro.

No obstante, recurrir a la fortuna es muy pobre argumento científico. 

Que nosotros hayamos tenido suerte no significa que otros 
no la hayan tenido antes.

 Es más, si se acepta que la vida inteligente es común, entonces
 las supernovas no constituyen una evidencia suficiente para explicar la paradoja de Fermi

Inevitablemente, por puro azar, algunas civilizaciones nunca estarán cerca de una supernova y entonces tendrán tiempo para desarrollar los viajes espaciales.

 Y una vez colonizadas otras partes de la galaxia, ninguna 
supernova las puede detener.

Para explicar la paradoja lo que realmente se necesita 
es un mecanismo capaz de afectar a la vida en todos los planetas 
de la galaxia, sin excepción, un evento suficientemente poderoso
 y que cada pocos cientos de millones de años fuese capaz
 de esterilizar toda la galaxia, de tal forma que no hubiese tiempo para desarrollarse la vida compleja.

·                  Destellos de rayos gamma

Estos terribles fenómenos cósmicos fueron descubiertos en 1969, pero su mecanismo sigue siendo motivo de debate. 

Lo que sí parece claro es que los destellos de rayos gamma constituyen el proceso más energético conocido en el universo (en tan sólo unos segundos pueden emitir más energía que el Sol en toda su vida). 

Afortunadamente, todos los "fogonazos" conocidos han tenido 
lugar en galaxias lejanas. 

¿Qué pasaría su sucediesen en la nuestra?

Se piensa que los destellos de rayos gamma suceden, en promedio, cada 100 millones de años. 

Casualmente, esta cifra coincide con el período entre
 extinciones masivas.

 ¿Son los causantes de éstas?





El terrible poder de estos sucesos catastróficos hace pensar a algunos científicos que podrían esterilizar toda la galaxia.

 Sin embargo, los optimistas piensan que, debido a la corta duración del evento (unos cuantos segundos) solamente puede afectar 
a una cara de un planeta (la enfrentada al destello), argumento que,
 por supuesto, también puede discutirse.

Bien, supongamos que los destellos de rayos gamma tienen
 la capacidad de acabar con todas las formas de vida de la galaxia. 

Combinemos esto con las teorías que afirman que los destellos fueron mucho más frecuentes en el pasado y tendremos la solución
 a la paradoja de Fermi . 

¿O no?


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