martes, 6 de septiembre de 2011

Luna y fertilidad ¿hay alguna relación?



Con sólo googlear "luna fertilidad" podemos encontrar miles de blogs y foros femeninos en los que opinólogos de diferente categoría hablan de una extraña y mística relación entre ambas. 

Que la Luna regula el ciclo fértil o que tener sexo en días de Luna llena,
 o nueva, o creciente aumenta las posibilidades de quedar embarazada.

 En este caso difícilmente se haga mucho énfasis en la "Luna menguante" (¡cómo un astro que está muriendo va a tener fuerzas para dar un hijo! ¿?).

Lo cierto es que la influencia de los astros sobre las personas no es mayor a la luz y el calor que nos da el Sol, y las mareas provocadas por el Sol y la Luna (que si estamos en la playa y calculamos mal, pueden ahogarnos).

 Cada algunos cuantos años explota una estrella e ilumina todo el cielo nocturno, o también puede caer un trozo de roca y destruir una ciudad.

 La idea es que, mal que le pese a los astrólogos, no existe ninguna influencia directa entre los astros y nuestra personalidad, ni tampoco, la fertilidad de las mujeres.

¿De dónde proviene el mito entonces? 

Desde hace miles de años se relaciona a nuestro satélite con la fertilidad: 
la palabra menstruación viene del latín mensis (mes), muy relacionado con el griego mene (luna). 

Sucede que el período de lunación (el tiempo que tarda nuestro satélite en volver a la fase original), es de 29,53 días, mientras que el ciclo menstrual aproximado de la mujer es de 28 días.

¿Puede haber alguna relación directa entre el ciclo menstrual 
de la mujer y el ciclo lunar? 

Muchos astrólogos y demás pseudocientíficos creen que sí, pero lo cierto es que claramente no puede haberlo.

   Dicha coincidencia realmente no existe: por más parecido
 que sea 28 a 29,53, y considerando un caso utópico en que el ciclo
 de la mujer funcione como un reloj suizo, vamos a tener un desfase luego
 de algunos ciclos.

Dentro de los mamíferos, el período estral (de fertilidad) de los chimpancés
 es de unos 37 días, el de las ovejas 16 y el de las perras, 6 meses.

 En los conejos ni si quiera existe, ya que el sistema se activa algunas horas después de la copulación.

 El del orangután y las zarigüeyas sí es parecido al nuestro
(alrededor de 28 días).

 En otros animales, y en otros reinos (hongos, plantas) los seres vivos
 se reproducen de formas mucho más extrañas que merecerían varios libros para ser explicados. 

Pero no hay ninguna relación perceptible con los ciclos lunares.

La tasa de natalidad también se suele relacionar directamente con los períodos lunares, no es extraño escuchar que con Luna
 llena nacen más bebés.

 Por suerte, siempre hay científicos dispuestos a investigar para comprobar 
o refutar las afirmaciones más extrañas.

En 1959, Walter y Abraham Menaker analizaron 510.000 nacimientos en la ciudad de Nueva York, y encontraron que dos semanas después de la Luna llena, había un incremento del 1% sobre el promedio.

 Pero repitieron el estudio con otro medio millón de nacimientos en el 67, y encontraron una tendencia del 1% durante la Luna llena. 

En el 73 otros doctores analizaron nuevos datos, y encontraron un incremento (también del 1%) en unos díasantes de la Luna llena.

 Siendo todos los resultados contradictorios entre sí, se deduce que esos incrementos se deben a otros factores.

Finalmente, en 2001, el astrónomo Daniel Caton analizó 70.000.000 de nacimientos en Estados Unidos y no encontró ninguna correlación entre los nacimientos y la Luna.

Si bien hoy en día sabemos que no hay ninguna relación entre los dos sucesos, lo más probable es que elimaginario popular quede totalmente intacto.

 El problema es que, como siempre, nuestro cerebro no es una máquina perfecta. Siempre intentamos encontrar relaciones donde no las hay, como en el caso de la pareidolia .

En el caso de la Luna y la fertilidad, encontramos la falacia cum hoc, ergo propter hoc que en latín significa con la cosa, por lo tanto, a causa de la cosa. 

Es decir, cuando hay dos sucesos que más o menos vienen juntos, tendemos a creer que uno es causado por el otro.

 Muchas veces esto es cierto, pero en otras ocasiones es al revés, en otras son los dos sucesos consecuencia de un tercero, y en otras (como en este), no hay relación alguna y no es más que una simple coincidencia.

*Muchos dicen que si un artículo puede ser resumido con un simple y llano No, ni siquiera debe ser escrito, pero en este caso valió la pena hasta para mí, que creí que sabía la respuesta pero tuve que investigar mucho más de lo que originalmente pensaba.



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