No recuerdo cuando comencé mi primera misión.
Llevo eones enteros en esto y aunque soy de los veteranos,
continúo entregándome en cada encargo como si fuese el primero,
porque éste es el mejor trabajo de toda la existencia.
Mi nombre es impronunciable para los de tu especie,
aunque en tu arcaica lengua viene a ser algo parecido a Gustavo.
Nunca vas a poder escucharme, ni siquiera verme, pero siempre podrás comprender las cosas que te digo a través de tu intuición.
Así es como nosotros hablamos con nuestros usuarios,
por eso nos presentamos formalmente ante ustedes en nuestro primer
día de guardia.
No nos gusta perder las buenas costumbres
por si llegan a percibir nuestra llegada.
En el expediente que me han enviado desde control de misiones pone que has intentado suicidarte tres veces.
Ése ha sido el motivo por el que el anterior ha solicitado el traslado.
¿Sabes? Él fue tu propio hermano.
Sí, aquel de quien sólo guardas difusos recuerdos,
que murió cuando apenas contabas un año de vida.
Pudo marcharse de este plano existencial,
pero decidió enrolarse en el cuerpo y estrenarse contigo.
Por lo que veo en el registro de guardia lo hizo bastante bien,
pero se vio superado por tu… llamémosla peculiaridad.
No es la primera vez que me encuentro con un caso como el tuyo,
de hecho me resulta más sencillo que al resto de mis colegas
trabajar en una misión como ésta.
Aunque… siendo sincero contigo,
te diré que no es de mi agrado.
Pero no te preocupes, la red de nosotros nunca abandona a un usuario.
A partir de ahora yo seré tu compañero.
Usaré todas las herramientas que ponen a mi disposición desde
el departamento de asistencia dimensional,
con el objetivo de proteger tu esencia.
Porque eso es lo que hacemos nosotros,
es protegerlos, incluso de ustedes mismos,
para que obtengan oportunidades de ser mejores antes
de que llegue el final en ésta dimensión.
Ahora, querido usuario
¿cuántas oportunidades más estás dispuesto a ignorar?
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