Había una vez un mundo que se llamaba a sí mismo occidental y cristiano
y le gustaba consumir basura.
Así como Lisa Simpson cultiva un micromundo en un diente guardado,
así nos vendieron hace muchos años unas sales,
diciendo que si las poníamos en agua y esperábamos y las cuidábamos
iban a desarrollarse unas pequeñas criaturas...
no costaban demasiado...
eran una porquería barata.
Yo fui uno de los compradores
de esas porquerías baratas...
(Claro era mis primeros pasos en la investigación en las ciencias...)
nota:
Suena lindo,
pero en verdad fui uno de los tantos tontos
que compró a los Sea-Monkeys...
claro nunca los vimos...
por lo menos costaban baratos...
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