- Siempre existieron detractores a estas huellas del pasado, hoy en menor cuantía luego de las misiones satelitales, no en cuanto a su existencia sino
a su procedencia desde el inicio del todo.
de menor energía que los de otros colores, y estaríamos viendo una
“luz cansada”.
- Otra objeción es a que el tiempo haya iniciado con la gran explosión,
y recurre a la llamada fluctuación del vacío, y es que según el Big Bang,
el punto que explotó estaba en la nada, en el vacío, y si era el vacío
la energía era cero o sea tenía un valor preciso de cero, entonces para
el Principio de Incertidumbre de Heisenberg de la Mecánica Cuántica,
si la energía tiene un valor preciso el tiempo tiene que ser impreciso fluctuante.
Esa fluctuación y por el mismo Principio, hará fluctuante la energía con lo cual en virtud de la muy conocida E=mc2, se creará materia, por lo que para
el momento del Big Bang ya existiría el tiempo y la sustancia.
- Pero aún con sus controversias y opuestos - algunos muy bien razonados - para las cuales siempre hay lugar en la actividad científica, la teoría Big Bang en su versión esencial, se mantiene vigente y esta siempre abierta a aceptar su evolución y nuevos aportes.
Como siempre ocurre, los dados de la naturaleza terminan siendo más sabios y previsores que las sociedades humanas y nos permitió detectar huellas, imágenes sutiles de los eventos primigenios, persistiendo por siglos,
nos permitieron reconstruir un pasado que parecía insondable, quiso ayudarnos a resolver el problema que nos persiguió desde que el hombre razonó con abstracción avanzada, de donde venimos y hacia donde vamos
nos fue revelado con una benevolencia propia de Dioses piadosos.

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