miércoles, 9 de noviembre de 2011

Ágora.


Hipatia, filósofa en la Alejandría del siglo V, es una figura atrayente
 por su calidad intelectual, su rectitud de vida y por su trágica muerte.

 A partir del siglo XVIII, su imagen ha sido vestida con diversos ropajes, según las tendencias de la época: en la Ilustración, como heroína 
de la razón frente a la religión revelada; en el romanticismo, 
como idealización del paganismo contrapuesto a la civilización cristiana;
 y, últimamente, como víctima de la misoginia. 


Hipatia de Alejandría nació alrededor del año 355 d.C.
 Cuando muere asesinada en 415, es de edad avanzada: unos 60 años. 
“En consecuencia, parece que no existe apoyo legítimo para describir 
a Hipatia, a la hora de su espantosa muerte, como una mujer joven, 
dotada de un cuerpo digno de Afrodita y capaz de provocar el sadismo 
y la lujuria de sus asesinos”, advierte Maria Dzielska en Hipatia de Alejandría, fuente principal de este artículo y el libro más riguroso sobre la pensadora.




Hipatia pertenece a una familia destacada de Alejandría. 
Su padre, Teón, es un científico muy conocido que forma parte del famoso museo de la ciudad, escritor y filósofo interesado por textos herméticos 
y órficos. La erudición de padre e hija se basa en sus eminentes
 predecesores alejandrinos, matemáticos y astrónomos.


Maestra de un círculo intelectual


La filosofía es el otro interés de Hipatia.
Gracias a los recuerdos expresados en la correspondencia de su discípulo Sinesio de Cirene, sabemos mucho más sobre su docencia filosófica 
que sobre sus investigaciones matemáticas y astronómicas. 
No conservamos obras de Hipatia. 
Lo que conocemos de su docencia e investigación nos lo han narrado
 sus discípulos.
Es posible que ella sea la editora de algunos textos académicos,
 pero no lo sabemos con certeza.

En su hogar de Alejandría Hipatia crea un círculo intelectual formado por discípulos, algunos de los cuales lo frecuentan durante muchos años.
 Estos jóvenes llegan de Alejandría, de otros lugares de Egipto, 
y también de Siria, de Cirene y de Constantinopla. 
Proceden de familias acomodadas e influyentes; con el tiempo alcanzarán destacados puestos civiles y eclesiásticos.

En torno a la maestra sus alumnos forman una comunidad basada 
en el sistema platónico de las ideas y en lazos interpersonales. 
Llaman misterios a los conocimientos que les transmite su “guía divina”,
 y se niegan a compartirlos con personas de rango social inferior, 
a las que consideran incapaces de comprender cuestiones divinas y cósmicas.

Las clases privadas de Hipatia y sus conferencias públicas también incluyen matemáticas y astronomía, que preparan la inteligencia para la especulación en niveles epistemológicos más elevados. En ocasiones Hipatia participa en las actividades de la polis, y es una consejera estimada tanto por los funcionarios municipales como por los imperiales que visitan Alejandría.

Hipatia posee gran autoridad moral; todas las fuentes concuerdan en que
 es un modelo de valor ético, rectitud, veracidad, dedicación cívica
 y proezas intelectuales.

La virtud más admirada por sus contemporáneos es su autodominio
o sofrosyne, que colorea tanto su conducta como sus cualidades más íntimas; se manifiesta en la abstinencia sexual (permanece virgen hasta el final
 de
 su vida), la modestia en el vestir (manto filosófico),

la moderación en el modo de vida y una actitud circunspecta 

con sus alumnos y con los poderosos.

Conflicto político y asesinato

En los años 414-415 Alejandría es testigo del conflicto entre el prefecto Orestes y el patriarca Cirilo.Orestes –también cristiano– resiste obstinadamente los intentos de Cirilo de reducir el campo
 de acción del poder civil. 

Se mantiene intransigente incluso cuando Cirilo intenta una reconciliación. Surgen sospechas entre los partidarios de Cirilo de que Hipatia, 
amiga del prefecto, ha instigado y apoyado su resistencia.

Los monjes atacan a Orestes, y los colaboradores de Cirilo difunden rumores acerca de los estudios de Hipatia relacionados con la magia, hechizos satánicos, etc. 

El forcejeo entre el patriarca y el prefecto en materia de poder político
 y de la influencia de la Iglesia sobre los asuntos seculares termina 
con la muerte de la filósofa.

 En marzo de 415 una multitud de partidarios de Cirilo ataca la litera
 de la filósofa cuando daba un paseo por la ciudad, la matan a golpes,
 y luego despedazan y queman sus restos.

Orestes no sólo renuncia a la lucha contra el patriarca, sino que abandona Alejandría para siempre. La facción eclesiástica paraliza a sus oponentes
 por el miedo y pacifica la ciudad; sólo los concejales tratan –con escasos resultados– de intervenir ante el emperador.

En la muerte de Hipatia se refleja también el carácter levantisco y exaltado
 de los alejandrinos, que en aquella época dio lugar a otros crueles asesinatos de figuras públicas. 

Así, dos obispos impuestos a los alejandrinos por la corte imperial fueron asesinados: Jorge de Capadocia, que en el año 361 fue atado a un camello, despedazado y sus restos quemados; y Proterio, que en el 457 fue arrastrado por las calles y arrojado al fuego. Igualmente, pocos años después 
del asesinato de Hipatia, en 422, el prefecto imperial fue muerto
 en un tumulto.

Simpatiza con el cristianismo

No cabe interpretar la muerte de Hipatia como una consecuencia de la política antipagana emprendida por Cirilo. 

En los primeros años de su patriarcado, Cirilo acaba simplemente
 con el templo de Isis en Méneuthé, cerca de Canope, reemplazándolo 
por el culto de santos cristianos. 

No persigue a los paganos en la misma Alejandría (aquí le preocupan más
 los heréticos y los judíos). Y hasta los años 420-430 –tiempo después 
de la muerte de Hipatia– no lanza un ataque contra el pensamiento
 y las prácticas paganas en su tratado Contra Iulianum, que refuta
el Contra Galilaeos de Juliano el Apóstata.

En cualquier caso habría sido difícil atacar o perseguir a Hipatia en razón 
de su paganismo, porque a diferencia de otros filósofos de la época
 no es una pagana activa ni devota. 

De hecho simpatiza con el cristianismo y protege a sus alumnos cristianos. Dos de sus alumnos son consagrados obispos, entre ellos Sinesio de Cirene, quien profesa verdadera veneración a su maestra.

 Los paganos y los cristianos que estudian con ella se reúnen 
en un clima de amistad.

Durante el gobierno de Teófilo, el predecesor de Cirilo, la Iglesia no dificulta sus actividades en la ciudad, en reconocimiento a sus ideas y a su posición. 

En consecuencia, los seguidores de Cirilo, privados de la oportunidad 
de atacarla esgrimiendo su paganismo, tienen que acusarla de brujería, de magia negra.

No es “la última de los helenos”

No cabe, por lo tanto, llorar a Hipatia como “la última de los helenos” 
o mantener que su muerte supone la desaparición de la ciencia y la filosofía alejandrinas.


La religiosidad pagana no expira con Hipatia, como tampoco lo hacen ni las matemáticas ni la filosofía griegas.

 Después de su muerte, el filósofo Hierocles inicia una rama bastante notable de neoplatonismo ecléctico en Alejandría.

Hasta la invasión de los árabes los filósofos siguen elaborando las enseñanzas de Platón, de Aristóteles(cuya popularidad aumenta en Alejandría durante aquel tiempo) y de los neoplatónicos desde Plotinohasta sus mismos contemporáneos.

De acuerdo con la tradición alejandrina, prosiguen los estudios
 de matemáticas y astronomía, de modo que la escuela de Alejandría logra sus mayores éxitos a finales del siglo V y comienzos del VI.

También el paganismo perdura, y hasta cierto punto florece incluso, gracias a los “santos” del neoplatonismo que combinaban la filosofía platónica tardía con el servicio ritual y sacerdotal a los dioses.

Hipatia se sitúa en el umbral de estos avances filosófico-religiosos del siglo V que atraen en gran medida a los estudiosos actuales de la Antigüedad tardía. 

El círculo intelectual creado por ella en el siglo IV tiene la misma meta fundamental que guiaba a los “santos” del neoplatonismo alejandrino del siglo siguiente: el deseo constante de alcanzar la experiencia religiosa,
 ideal esencial de la filosofía.



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