Desde 1972 existen minutos con un segundo de más para reajustar el calendario humano con el movimiento de los astros
Si alguien nos preguntara la cantidad de segundos que contiene un minuto, todos contestaríamos sin dudar que 60.
Sin embargo, la respuesta no sería del todo correcta, ya que desde el año 1972 han existido 24 minutos de 61 segundos, o lo que es lo mismo,
24 segundos que la ciencia ha regalado a nuestra existencia.
Este segundo extra, tiene como misión reajustar la hora establecida por el hombre con el movimiento de los astros, del mismo modo que cada cuatro años se añade un día al mes de febrero para ajustar el movimiento real de la Tierra con el paso de las estaciones.
Las últimas dos ocasiones que se introdujo un segundo intercalar en nuestros calendarios fue el 31 de diciembre de 2005 y 2008; también podrían ser los dos últimos “segundos bisiestos” de la historia, ya que el próximo mes de enero la Unión Internacional de Telecomunicaciones decidirá si esta medida de ajuste se mantiene o, por el contrario, desaparece.
A diferencia de lo que ocurre con los años bisiestos, la introducción del segundo intercalar no tiene una periodicidad fija, sino que depende de la velocidad de la rotación de la Tierra.
Es ahí dónde surge el debate.
Mientras los astrónomos, navegantes y científicos de países como Canadá, China y Reino Unido apuestan por conservar este sistema, Estados Unidos, Francia, Italia y Alemania apoyan su desaparición, alegando el engorro que supone adaptar todos los equipos informáticos y de telecomunicaciones para que contabilicen este pequeño tiempo extra.
A simple vista, podemos pensar que la no contabilización de un solo segundo, no debería afectar a nuestra vida diaria, pero la supresión del segundo intercalar tendría diversas consecuencias.
La más llamativa y directa sería que al desvincular el Tiempo Universal Coordinado (por el que se rigen los hombres y sus máquinas) del
Tiempo Universal o astronómico, dentro de un siglo el mediodía
(el punto en el que el sol alcanza su zénit) tendría lugar un minuto y medio después de las doce.
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