A menudo nos tienen acostumbrados a una modelización excesiva de los productos que nos muestran en la publicidad, ya sea televisión, revistas, folletos, etc.
Tanto en comida (como en la foto), como en productos cosméticos o medicamentos con efectos instantáneos, se nos muestran unos productos que rozan la perfección.
Aún así todos estaremos de acuerdo en que para vender un producto hace falta sacar la mejor cara de él.
Pero, espera, hemos dicho la mejor cara de él, no la irreal.
Lo bueno es que la mayoría de la gente tiene metido en la cabeza eso de:
si sale en televisión será verdad, creencia que, créanme, ha afectado mucho a esta sociedad.
Vayamos al caso de las hamburguesas: una hamburguesa de 10 cm de alto x 15 cm de diámetro aproximadamente que, la verdad, cuando la vemos en el anuncio a todos nos entra hambre.
La vemos ahí con todos sus ingredientes todos bien puestos, que parece estar hecha con todo el cariño del mundo y que se ha tenido en cuenta cada detalle cogiendo los mejores ingredientes seleccionados…
y luego vamos a cualquier (inserte aquí su establecimiento de comida rápida preferido) y nos encontramos con esas hamburguesas pachuchas y caídas con la mitad de ingredientes y diámetro en la fotografía que te quitan toda la hambre que te había entrado antes.

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