Hoy les propongo un ejercicio de lógica:
piensen en un avión que, en vez de rodar sobre la pista para despegar,
lo hiciera sobre una especie de cinta transportadora que se moviera
a la misma velocidad pero en sentido contrario.
La pregunta es:
¿Sería capaz de remontar el vuelo?
Veamos...
Veamos...
Para que el avión despegue, basta con que se mueva a una velocidad suficiente por la pista atravesando el aire.
Hasta aquí, creo que estamos todos de acuerdo.
El verdadero problema viene ahora:
¿impide la cinta transportadora que el avión se mueva a través del aire?
Podemos pensar que si un avión, sin cinta transportadora,
se mueve a 200 km/h hacia adelante, con una cinta transportadora
que se mueve a 200 km/h hacia atrás, las velocidades se anularán
y el resultante será 0 km/h.
Sin embargo eso no es así.
Eso ocurriría en el caso de que fueran las ruedas las que se movieran a
200 km/h.
Sin embargo, lo que se mueve en un avión son las hélices,
o las turbinas, o cualquier otro método que lo impulse.
Las ruedas giran libremente, por lo que la energía de la cinta transportadora simplemente hace que las ruedas giren más rápido, y en nada impide
el movimiento del avión hacia adelante.
O, lo que es lo mismo:
O, lo que es lo mismo:
si un avión permanece en el mismo punto, no puede despegar.
Pero una cinta transportadora en el suelo, moviéndose en sentido contrario
a la misma velocidad, es completamente incapaz de mantener al avión
en el mismo punto, pues el avión se desplaza a través del aire y por tanto
lo que ocurra bajo las ruedas es irrelevante.
Así que, nuestro avión, sí despegaría.
Así que, nuestro avión, sí despegaría.
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