Había una vez una aldea del “Qué” de la cuestión habitada
por los duendes de la Luz.
Como pasa en casi todas las aldeas, cada duende tenía su cometido
y su función.
Estaba Javier del Sol naciente, Yosoymadre (mami de las tejas verdes para los amigos), Andrés defensor del consumidor (apu el inquieto),
Quefoto el reportero más dicharachero, Donairegalante el literato,
tajinaste tajinaste y con el Sol te quedaste, Johnny99 del paso veloz,
Josetxu el moderador, Wifi el arroba, Gabriel el cuenta cuentos,
Blanca López la viajera, Tomassi y su Rollo,
Cheno el botánico, Charlychip presidente del consejo, Angelux del Paraíso, Tanatos el tintas, Hidalgo el estudiante, Faraón el egipcio, Fermión el cuántico...Gustavo el alquimista.
Y como por algo se llamaban los duendes de la Luz,
se pasaban los meses de tinieblas invernales esperando el Sol.
La luz ha llegado y en la aldea se ha instalado.
Canta, baila y sé feliz y come mucha perdiz.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
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