Hay palabras que se agolpan en mi mente y que no articulo,
que no pronuncio que se quedan en el baúl de los pensamientos no dichos.
Unas duelen, pinchan se clavan aceradas y pugnan por salir, por liberarse; otras se van durmiendo deshaciéndose
poco a poco sin darse importancia, aunque la tengan.
A veces el silencio se instala en el jardín del lenguaje
y me quedo mudo.
Pasado un tiempo, las palabras se diluyen y de un modo mágico van
por la sangre recorriendo en una visita guiada todo mi cuerpo,
se detienen en el corazón buscando un rincón para cobijarse
y algunas se quedan.
Otras vuelven y de pronto se tornan en gritos ahogados que retumban
en mi cabeza tratando de comunicarse con la conciencia,
algunas se intentan librar de ese ahogo y tengo que sujetarlas en la garganta antes de que hagan vibrar las cuerdas vocales..
¡¡Silencio, insensatas¡¡
En el tiempo de los sueños todas las palabras no dichas escalan
las esquinas de mis lugares en silencio, despacito y se esparcen ,
se derraman , toman vida , son independientes de la voluntad ,de mi voluntad y se sienten libres, escapan de mi control, se divierten, con el despertar
se asustan y se arrinconan otra vez en mi equipaje, en mi baúl, en mí..
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