Es tan sólo la Luna.
Al igual que el Sol resplandece durante el día,
ella es la luz en la noche.
Sólo es eso, la Luna.
La que escucha mis deseos y adoro cual deidad,
advierto su fuerza y la percibo iluminando mis sueños.
Confidente de secretos, aliada en ilusiones.
Siempre ahí, en el mágico instante del amor.
Luz y oscuridad en la Vida, resplandor y tinieblas
en mis sentimientos.
Es tal la atracción que en mi ejerce que siento
el vuelo para lograr alcanzarla.
Colgado en ella vislumbro el Mundo.
Es la Luna, presencia eterna mis noches,
silueta perpetua que a mi te trae.
Mínima oscuridad.
Máxima luz.
Eso eres tú para mí.
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