El experimento de Young permitió descubrir la dualidad onda-corpúsculo
en el mundo cuántico.
Gracias a dicho experimento sabemos que las partículas cuánticas como electrones, neutrones o protones no son simplemente corpúsculos masivos sino que también se comportan generando patrones de interferencia como si fueran ondas.
Este experimento abrió las puertas a un mundo cuántico que se comporta de modo realmente extraño y antiintuitivo.
Por ejemplo, la mera observación de la realidad cuántica la cambia por completo.
Si “observamos” a los electrones introducirse por las rendijas en el experimento de Young éstos se comportan como corpúsculos, si no los observamos se comportan como ondas.
Fascinante.
En este video animado de 4 minutos se explica todo esto y mucho más con una sencillez aplastante.
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