miércoles, 28 de diciembre de 2011

Puedo... esa es la diferencia...

Puedo pasar la vida
dibujando los exactos contornos de tu ombligo,
siguiendo en el espejo tu mirada, 
ahuyentando tus fantasmas; 
si quieres, siéndome un poco tú.

Puedo pasar la vida.

Pero vivir, amor, es mucho más que eso;
es crecer y dormir y envejecer contigo,
reñir y bromear...
Sentir...vivir...compartir...
Es la mágica costumbre que de pronto fulgura
con una hermosa lumbre de pasión y demencia.

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