sábado, 17 de diciembre de 2011

Sin tiempo...


Siempre había pedido tiempo, nunca tenía suficiente y mi vida era una maraña  de acontecimientos que transcurrían uno detrás de otro sin un  espacio de continuidad geométrica.

Recuerdo que en una ocasión dije:

 “El mejor regalo que me podrían hacer es: TIEMPO”

Así transcurría mi vida…pidiendo tiempo, 
buscando tiempo, agobiada por la falta de tiempo.

La noche anterior a  mi cumpleaños recibí una tarjeta, 
decía lo siguiente:

“Mañana tendrás un regalo muy especial.
 Ve a la siguiente dirección:

C/ RELOJ DE ARENA 21, piso 1º a las 9 en punto de la mañana 
y entra en la habitación del fondo”

Iba sin firma.
 Yo sospeché que se trataba de un regalo sorpresa de mis amigos
 y me hacía ilusión,  aunque tenía que perder 
un tiempo precioso para ir allí a esa hora.

Al día siguiente, fui a la dirección indicada.
 La puerta del piso estaba abierta, entré. 
 Recorrí un pasillo largo y bastante lúgubre y ahí estaba la puerta
 de la habitación del fondo.
Me quedé mirándola un rato y sentí una especie de estremecimiento,
 pero no me  fui y la abrí.

Al otro lado de la puerta  aparecieron una serie de relojes de todo tipo, 
de arena, de cucú, de cuerda, digitales, clépsidras, de péndulo,
 cronómetros, relojes  de agujas, analógicos... 
y todos comenzaron su sonido… 
el tiempo empezó a rodearme y a hacerme silencio; 
mientras, la puerta se cerraba detrás de mí.

 Una sensación de terror me envolvió;
 quise escapar de allí pero el tiempo me paralizó, 
empezó a pasar sobre mí a invadirme. 

No pude hacer nada… no puedo hacer nada…
estoy atrapado en el tiempo para siempre.

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