sábado, 17 de diciembre de 2011

Sólo entonces.



Sólo cuando el mar tema la furia del navegante.
Y el arenque engulla al tiburón.

Cuando las cimas de las montañas desciendan a los abismos de los mares.
Y las nubes transiten entre cardumenes de peces.

Sólo entonces.

Sólo cuando un manso cordero auyente una manada de lobos hambrientos,
Y  un rebaño de hombres trashuma  bajo la atenta vigilia de una oveja.

Cuando el cazador caíga herido por el disparo del faisán,
Y el marinero debata su agonía entre las mallas.

Sólo entonces.

Cuando la tarde preceda a la mañana,
Y la luna ilumine el día y la noche se encienda con el sol.

Sólo entonces.

Sólo cuando la nieve cubra las doradas dunas del desierto,
Y en la enorme tundra helada estallen los primaverales colores de las flores.

Sólo entonces.

Sólo cuando todo esto suceda,
Renunciaré a tu amistad.

Sólo entonces.

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