El hechicero chasqueó los dedos;
un viento suave sacudió la pradera,
las plantas nacieron instantáneamente,
una nube de mariposas se transformó en soberbio castillo blanco…
—¡Corten!
El hombre del megáfono se acercó al set mientras conversaba
con un técnico.
—Esos efectos especiales te quedaron magníficos.
—Saludó con gesto de aprobación al actor y se retiraron a un camerino.
En la soledad de la pradera el hechicero
se entretiene apagando las estrellas.

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