De este modo la física moderna en absoluto presenta la materia como pasiva o inerte, sino en un continuo movimiento, en una danza y una vibración cuyos patrones rítmicos están determinados por las estructuras moleculares, atómicas y nucleares.
Ésta es también la forma en que los místicos
orientales conciben el mundo material.
Todos ellos insisten en que el universo debe ser comprendido dinámicamente, con su movimiento su vibración y su danza; insisten en que la naturaleza
no se halla en un equilibrio estático, sino dinámico.
Según un texto taoísta:
*La quietud en la quietud no es la verdadera quietud.
Sólo cuando haya quietud en el movimiento
podrá hacerse presente el ritmo espiritual, que
inunda el Cielo y la Tierra."

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