La poderosa Ley de la Atracción ha respondido a tus pensamientos y a la historia que cuentas sobre tu vida atrayendo todos y cada uno de los componentes que forman tu experiencia.
Tu dinero e ingresos económicos; tu estado de bienestar físico, tu claridad, flexibilidad, tamaño y forma; tu entorno laboral, el modo en que te tratan,
tu satisfacción laboral y recompensas: es decir, toda la felicidad que experimentas en tu vida en general, todo es fruto de la historia que has creado.
Si te autorizas a que tu intención principal sea revisar y mejorar
el contenido de la historia que te cuentas todos los días, te aseguramos que ésta se convertirá en una historia de mejora constante.
¡Por la poderosa Ley de la Atracción ha de ser así!
¿Te parece injusta la vida a veces?
Querías más éxito y has luchado por conseguirlo, has hecho todo lo que te han dicho que tenías que hacer, pero el éxito que buscabas ha tardado en llegar.
Te has esforzado mucho, sobre todo al principio, para aprender las cosas correctas, estar en los lugares correctos, hacer todo lo correcto, decir las palabras apropiadas... pero la mayoría de las veces tu situación no ha mejorado demasiado.
En una etapa más temprana de tu vida, cuando empezabas a albergar la idea de triunfar, te compensaba satisfacer las expectativas de los que marcaban las reglas del éxito. Tus profesores, padres y mentores parecían estar seguros y convencidos cuando te marcaban las pautas del éxito:
En una etapa más temprana de tu vida, cuando empezabas a albergar la idea de triunfar, te compensaba satisfacer las expectativas de los que marcaban las reglas del éxito. Tus profesores, padres y mentores parecían estar seguros y convencidos cuando te marcaban las pautas del éxito:
"Sé siempre puntual; haz todo lo que puedas, trabaja duro; sé sincero; esfuérzate por alcanzar grandes metas; ve siempre más allá; no hay recompensa sin sufrimiento; y, lo más importante, no te rindas nunca".
Pero, con el tiempo, ya no encontrabas satisfacción en buscar la aprobación de los que marcaban las reglas, porque
Pero, con el tiempo, ya no encontrabas satisfacción en buscar la aprobación de los que marcaban las reglas, porque
por más que lo intentaras, éstas no te ofrecían los resultados prometidos.
Y lo más descorazonador era cuando contemplabas toda la situación objetivamente y te dabas cuenta de que sus principios, en general, tampoco les aportaban un verdadero éxito.
Luego, para acabar de arreglar las cosas, empezaste a conocer a otros (que claramente no seguían esas normas) y que estaban triunfando sin la fórmula que con tanta diligencia aprendiste y aplicaste.
Así que empezaste a preguntarte:
Así que empezaste a preguntarte:
"¿Qué está pasando?
¿Cómo puede ser que los que trabajan tanto consigan tan poco, mientras que los que trabajan tan poco consiguen tanto?
Mi cara educación no me recompensa;
y mira a ese multimillonario que dejó muy pronto sus estudios.
Mi padre trabajó mucho toda su vida, y nuestra familia tuvo que pedir dinero para pagar su funeral...
¿Por qué no me compensa mi duro trabajo como debería?
¿Por qué no me compensa mi duro trabajo como debería?
¿Por qué hay tan pocas personas que se hacen ricas, mientras que la mayoría nos esforzamos simplemente para ir tirando?
¿Qué es lo que no hago bien?
¿Qué es lo que saben esas personas que tienen éxito económicamente que yo no sé?"
¿No basta con "hacer todo lo que puedas"?
Cuando haces todo lo que puedes, cuando verdaderamente intentas hacerlo lo mejor posible según lo que te han dicho y el éxito se te resiste, es muy fácil que te pongas a la defensiva, y que al final te enfades con los que despliegan la evidencia del triunfo que deseas.
A veces, incluso maldices sus logros simplemente porque te resulta demasiado doloroso ver que viven el éxito que a ti te rehúye. Este blog pretende ser una respuesta a esta condición crónica en los temas económicos de tu cultura.
Cuando llegas a la situación de condenar abiertamente el éxito económico que anhelas, éste no sólo no podrá llegar nunca, sino que estás perdiendo los derechos a la salud y felicidad que te ha dado Dios.
Muchas personas llegan a la conclusión incorrecta de que otros de su entorno físico se han unido para conspirar contra su éxito.
Cuando llegas a la situación de condenar abiertamente el éxito económico que anhelas, éste no sólo no podrá llegar nunca, sino que estás perdiendo los derechos a la salud y felicidad que te ha dado Dios.
Muchas personas llegan a la conclusión incorrecta de que otros de su entorno físico se han unido para conspirar contra su éxito.
Pues están convencidas de que han hecho todo lo posible para conseguirlo, y, al ver que no llega, creen que alguna fuerza negativa es la causa de que no tengan lo que desean.
Pero te aseguramos que las cosas no son así, ni en la ausencia de lo deseado ni en la presencia de aquello que preferirías eliminar de tu experiencia. Nadie ha evitado o podido evitar tu éxito, ni tampoco proporcionárselo. Este depende de ti. Todo está bajo tu control.
Todo lo que puedo desear, lo puedo conseguir
Ha llegado la hora de que vuelvas a la verdadera naturaleza de tu Ser y que vivas conscientemente el éxito que las experiencias de tu vida te han ayudado a determinar que deseas. A medida que te relajes deliberadamente, respires profundo y leas esto con tranquilidad, empezarás a recordar de forma gradual pero segura cómo llega el éxito, pues en el fondo ya lo sabes, y estamos seguros de que escucharás el eco de estas verdades absolutas a medida que las vayas leyendo.
Las leyes Eternas del Universo son coherentes y fiables, y siempre encierran la promesa de la expansión y la dicha. Aquí te las presentamos con un poderoso ritmo de comprensión que empezará como una pequeña semilla en tu interior, e irá creciendo con cada pagina que leas hasta que vuelvas a despertar al conocimientode tu propósito y de tu poder personal, mientras vas recordando cómo acceder al poder del Universo que crea los mundos.
Si es cierto que esta realidad tiempo-espacio puede inspirarte un deseo en tu interior, también es cierto que puede ofrecerte una manifestación completa y satisfactoria de ese mismo deseo. Es la Ley.
Conseguir el éxito es mi derecho de nacimiento
La mayoría de las personas dan por hecho de que si su vida no discurre como desean, hay algo externo que está impidiendo que mejore, pues nadie alejaría deliberadamente su propio éxito.
Pero aunque culpar a otros pueda hacer que se sientan mejor que asumiendo su responsabilidad por las situaciones no deseadas, creer que algo externo es la razón de tu fracaso tiene una gran repercusión negativa: Cuando responsabilizas o culpabilizas a otro de tu éxito o de tu fracaso, no tienes poder para realizar ningún cambio.
Cuando deseas el éxito, pero -desde tu perspectiva- no lo estás experimentando, en muchos niveles profundos de tu Ser reconoces que algo no va bien. Cuando este fuerte sentimiento de discordia personal amplía tu conciencia en cuanto a que no estás consiguiendo lo que deseas, a menudo pone en marcha otras suposiciones contraproducentes que evocan celos hacia los que tienen más éxito; resentimiento hacia miles de personas a las que te gustaria culpabilizar de tu fracaso; o incluso de tu autodenigración, que es la suposición más contraproducente y dolorosa de todas. Y queremos decirte que este incómodo malestar no sólo es normal, sino que es la respuesta perfecta a tu sentimiento de fracaso.
Tu malestar emocional es un poderoso indicador de que algo va muy mal. Estás destinado a triunfar, y el fracaso te ha de sentar mal. Se supone que has de estar bien, y la enfermedad no se debe aceptar. Se supone que te has de expandir, y el estancamiento es intolerable. Se supone que la vida te ha de ir bien, y cuando no es así, algo va mal.
Pero cuando algo va mal no es porque se haya cometido una injusticia, que los dioses de la buena suerte se hayan olvidado de ti o que otra persona haya recibido el éxito que debería haber sido tuyo. Cuando algo va mal es porque no estás en armonía con tu propio Ser, con quién-eres-realmente, con lo que la vida ha hecho que desearas, con aquello para lo que te has expandido y con las siempre coherentes Leyes del Universo. Cuando algo va mal no es por nada ajeno a ti, sobre lo que no tienes ningún control. Cuando algo va mal es porque va mal dentro de ti y si tienes control sobre ello. Tomar el control no es difícil cuando entiendes la esencia de quien-eres, la esencia de la Ley de la Atracción y el valor de tu Sistema de Guía Emocional personal con el que naciste, que siempre está activo, presente y es fácil de entender.
El dinero no es la raíz ni del mal ni de la felicidad
Este importante tema del dinero y del éxito económico no es la "raiz del mal". Sin embargo, puesto que el tema del dinero afecta a la mayoría de un modo u otro cientos o incluso miles de veces al día, es un factor muy importante en tu composición vibratoria y en tu punto de atracción. Cuando puedes controlar una situación que te afecta la mayor parte del día, todos los días, has logrado algo primordial. En otras palabras, puesto que un elevado porcentaje de tus pensamientos giran en torno al tema del dinero o del bienestar económico, cuando los puedes dirigir deliberadamente, no sólo es cierto que tu economía ha de mejorar, sino que las pruebas de ese éxito te prepararán para mejorar deliberadamente en todos los aspectos de tu experiencia de vivir.
Si eres un alumno de la Creación Deliberada, si quieres crear conscientemente tu propia realidad, si deseas controlar la experiencia de tu vida, si quieres cumplir tu razón para existir, comprender estos importantes temas -el dinero y la Ley de la Atracción- te hará un gran servicio.
Yo soy quien atrae todas mis experiencias
Has venido a vivir una experiencia expansiva, excitante y gozosa. Ese era tu plan cuando tomaste la decisión de centrarte en tu cuerpo físico en esta realidad tiempo-espacio. Esperabas que esta experiencia física de la vida fuera excitante y gratificante. Es decir, sabías que la variedad y el contraste te estimularían a expandir tus deseos, y también sabías que todos y cada uno de tus deseos se podrían hacer realidad fácilmente. Sabías que la expansión de tus deseos era infinita.
Llegaste a tu cuerpo muy ilusionado con las posibilidades que iba a inspirar esta experiencia de la vida, y a ese deseo inicial no le afectaban ni dudas ni temores, porque conocías tu poder y sabías que la experiencia de esta vida con todo su contraste sería un campo fértil para una maravillosa expansión. La mayoría sabíais que veníais a esta vida con un Sistema de Guia Emocional que os ayudaría a ser fieles a vuestra intención original, así como a las infinitas intenciones modificadas que nacerían de la experiencia de esta vida. Resumiendo, sentías entusiasmo por esta realidad tiempo-espacio que casi desafía la descripción física.
No eras un principiante, aunque estuvieras empezando en tu diminuto y pequeño cuerpo físico; eras un poderoso genio creativo que tenías como objetivo un nuevo entorno de Primera Línea. Sabías que tendrías un tiempo para adaptarte a la vez que volverías a definir una nueva plataforma desde la cual iniciarías tu proceso de creación deliberada, y no tenías la menor preocupación respecto a ese tiempo de ajuste. De hecho, te gustaba el hogar en el que naciste y las personas que estaban allí para darte la bienvenida a tu nuevo entorno. Y aunque todavía no podías su lenguaje con palabras -y que las personas que te acogían te veían como un ser recién llegado, desconocedor y necesitado de su guía-, poseías la estabilidad y el conocimiento que la mayoría de los adultos habían olvidado.
Naciste sabiendo que eras un Ser poderoso, que eras bueno, el creador de tu propia experiencia, y que la Ley de la Atracción era la esencia de toda creación aquí en tu nuevo entorno. Entonces recordaste que la Ley de la Atracción (todo objeto atrae la esencia de lo que se asemeja a él) es el pilar del Universo y que te serviría fielmente. Y así lo ha hecho.
Todavía recordabas que eras el creador de tu propia experiencia. Pero lo más importante, recordabas que lo hacías a través del pensamiento, no de la acción. No te sentías mal siendo pequeño e incapaz de realizar ninguna acción o de pronunciar una palabra, pues recordabas el Bienestar del Universo; recordabas tus intenciones al venir a este cuerpo físico, y sabías que tendrías tiempo de sobra para acostumbrarte al lenguaje y a tu entorno; y lo más importante, sabías que aunque no pudieras traducir directamente tu vasto conocimiento del entorno No-Físico en palabras y descripciones físicas, no importaría porque las cosas más importantes para colocarte en la senda de la creación gozosa ya estaban en su lugar: sabías que la Ley de la Atracción estaría presente y que tu Sistema de Guía se activaría de inmediato. Y, ante todo, sabías que mediante la prueba, y lo que algunos llaman "error", acabarías adaptandote conscientemente y totalmente a tu nuevo entorno.
Conocía la coherencia de la Ley de la Atracción
El hecho de que la Ley de la Atracción es constante y estable en todo el Universo fue un gran factor para que te decidieras a venir a tu nuevo entorno físico, pues sabías que la reacción proveniente de la vida te ayudaría a recordar y a afianzarte. Recordabas que todo se basa en la vibración, que la Ley de la Atracción responde a las vibraciones y, que en esencia, las organiza, agrupando objetos con vibraciones parecidas, mientras separa aquellos cuyas vibraciones no se asemejan.
No te preocupaba no ser capaz de ecpresar enseguida ese conocimiento o explicárselo a los que te rodeaban, que aparentemente lo habían olvidado todo, porqué sabías que la coherencia de esta poderosa Ley pronto se te manifestaría a través de los ejemplos de tu propia vida. Sabías que no te resultaría difícil saber qué tipo de vibraciones estabas emitiendo porque la Ley de la Atracción siempre te estaría proporcionando pruebas de esas vibraciones.
Es decir, cuando te sientes abrumado, las circunstancias y personas que podrían ayudarte a superar ese sentimiento no pueden encontrarse, ni tú encontrarlas a ellas. Por más que lo intentes, no puedes. Y las personas que aparecen en tu vida no te ayudan; por el contrario, aumentan tu sentimiento de agobio.
Cuando te sientes maltratado, la justicia no puede encontrarte. Tu percepción del maltrato y la vibración que emites debido a tu percepción impide que lo consideras justo llegue a ti.
Cuando estás encerrado en la decepción o el miedo de no tener los recursos económicos que crees que necesitas, el dinero -o las oportunidades que te los aportarían- sigue esquivándote... no porque seas malo o no te lo merezcas, sino porque la Ley de la Atracción une las cosas que se asemejan, no las que son distintas.
Cuando te sientes pobre sólo puede llegar a ti lo que se asemeja a la pobreza. Cuando te sientes próspero sólo te puede llegar lo que se asemeja a la prosperidad. Esta Ley es coherente y, si prestas atención, la experiencia de la vida te enseñará cómo funciona.
Cuando recuerdas que obtines la esencia de lo que piensas, y luego observas que lo estás obteniendo, tienes la clave de la Cración Deliberada.
¿Que queremos decir con Vibración?
Cuando hablamos de vibración, nos estamos refiriendo a la esencia de tu experiencia, puesto que todo se basa en la vibración.
Podríamos utilizar indistintamente la palabra Energía, y también hay muchos otros sinónimos en tu vocabulario que se podrían aplicar correctamente.
La mayoría entienden las caracteristicas vibratorias del sonido. A veces cuando las notas graves, profundas y ricas, de algún instrumento musical se tocan con fuerza, puedes sentir la naturaleza vibratoria del sonido.
Queremos que entiendas que cuando "oyes" algo, estás interpretando la vibración del sonido que estás escuchando. Lo que escuchas es tu interpretación única de esa vibración. Cada uno de tus sentidos físicos de ver, oír, degustar, oler y tocar existen porque en el Universo vibra con ellos, leen las vibraciones y te dan una percepción sensorial de ellas.
Cuando empiezas a entender que vives en un Universo pulsátil y vibratorio de armónicos avanzados, y que en la propia esencia de tu Ser estás vibrando en lo que sólo podría describirse como perfección en equilibrio y armonia vibratorios, empiezas a comprender la vibración del modo en que la estamos proyectando.
Todo lo que existe, en tu aire, tierra, agua y cuerpo, es vibración en movimiento, y todo lo dirige la poderosa Ley de la Atracción.
No podrías ordenarlo aunque quisieras. Ni tampoco es necesario porque la Lay de la Atracción se encarga de ello, siempre está uniendo las vibraciones similares, a la vez que repele las que no se asemejan.
Tus emociones, que en realidad son las más poderosas de tus seis intérpretes vibratorios físicos, te están ofreciendo constantemente una respuesta a los armónicos de tus pensamientos actuales (vibraciones), a la vez que los comparan con los armónicos de tu estado vibratorio esencial.
El mundo No-Físico es vibración.
El mundo físico que conoces es vibración.
No existe nada externo a esta naturaleza vibratoria.
No hay nada que no esté bajo la Ley de la Atracción.
Comprender la vibración te ayudará a unir conscientemente ambos mundos.
No es necesario que entiendas cómo funciona tu complejo nervio óptico o tu corteza visual para que puedas ver. No tienes que entender la electricidad para encender la luz, ni has de entender las vibraciones para sentir la diferencia entre la armonía o la discordia:
A medida que aprendes a aceptar tu naturaleza vibratoria y empiezas a utilizar conscientemente tus indicadores vibratorios emocionales, vas adquiriendo el control consciente de tus creaciones personales y de los resultados de tu experiencia de la vida.
Cuenta la historia que quieres experimentar
Para vivir deliberadamente, has de pensar deliberadamente, y para ello has de tener un punto de referencia para determinar la dirección correcta de tu pensamiento. En este momento, al igual que cuando naciste, los dos factores necesarios están en su lugar.
La ley de la Atracción (la Ley del Universo más poderosa y coherente) es omnipresente. Y tu Sistema de Guía está en tu interior, ambos a la espera y dispuestos a ofrecerte su respuesta direccional. Sólo tienes que hacer una pequeña cosa pero que potencialmente puede cambiar tu vida: has de empezar a contar tu historia de otra manera. Has de contarla como quieres que sea.
Cuando cuentas la historia de tu vida (y eso lo haces prácticamente cada día con tus palabras, pensamientos y acciones), has de sentirte bien. En cualquier momento, respecto a cualquier tema, puedes enfocarlo positiva o negativamente, pues en cada partícula del Universo -en cada momento del tiempo y más allá del mismo- está vibrando lo que deseas y su asusencia para que elijas entre ambas cosas. Y a medida que estas opciones constantes se te van revelando, tienes la de centrarte en lo que quieres o en la ausencia de lo que quieres respecto a cada tema, porque toda situación en realidad tiene dos aspectos: lo que quieres o la ausencia de lo que quieres. Por tu estado de ánimo puedes saber en qué te has centrado y cambiarla en cualquier momento.
Muchas personas protestarían diciendo que el simple hecho de reordenar las palabras no hará no hará que aparezca un coche nuevo y brillante, ni cambiará tu cuerpo con sobrepeso por otro delgado, ni hará que tu jefe de pronto cambie su personalidad y empiece a tratarte de forma diferente; pero estarían equivocadas. Cuando te centras deliberadamente en una situación y expresas cómo quieres que sea, con el tiempo experimentas un cambio real en tus sentimientos respecto a ella, lo que indicará un cambio vibratorio.
Cuando cambia tu vibración, cambia tu punto de atracción, y, por la poderosa Ley de la Atracción, las evidencias o indicadores que se manifiestan de las cosas que quieres experimentar en tu vida sin que el Universo te proporcione su esencia.
Se Feliz!
La ciencia de la naturaleza.
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