jueves, 14 de junio de 2012

Inercia...


La inercia
es una extraña propiedad de la materia.
Cuando te vas, por ejemplo,
el aire conserva el calor de tu cuerpo
durante un rato,
así como la arena guarda toda la noche
la tibieza del sol.
Cuando te vas,
dejas atrás un tú invisible
adherido a las cosas más pequeñas:
quizás un cabello en la almohada,
una mirada que se ha enredado
en los tirantes del deseo,
una huella de saliva
en las comisuras del sofá,
una molécula de ternura.
No es difícil encontrarte:
el amor me sirve de lupa.