viernes, 22 de junio de 2012

Puzle, por naturaleza.


Hay instantes que me desarmo.
 Ni eufemismos ni metáforas: me desarmo,
 me desparramo en piezas como un mecano mal encajado. 
Cuando la conversación discurre por caminos que no siento.
 Entonces se oye un ¡crack! y al cabo un ¡plam! de brazos, piernas, manos, pies, cabeza y tronco en derribo, abandonada sobre el suelo mi colección
 de miembros desparramados.
 Espero entonces, paciente y fragmentado, en el fondo del silencio a que lleguen mejores tiempos, épocas menos devastadoras para esa naturaleza mía 
de puzle agitado por seísmos.