Cuando los hilos bordados antes de nacer se unen, las almas afines están benditamente destinadas a reencontrarse...
"Cuenta una vieja leyenda china que el Abuelo de la Luna ata un hilo rojo en la muñeca de cada niño que nace; ese hilo está atado a muchos otros hilos,
que a su vez sujetan las muñecas de todas las personas con las que ese
niño está destinado a encontrarse...
A medida que el bebé crece, los hilos se van acortando, acercando cada vez más a aquellas personas que están destinadas a reunirse a pesar del tiempo, del lugar o de las circunstancias.
El hielo puede tensarse o enredarse pero nunca romperse".
El Hilo Rojo es una leyenda anónima de origen chino, que dice que dos personas que están destinadas a tener un lazo afectivo, estan conectadas
por un hilo rojo.
El hilo existe independiente del momento de sus vidas en el que las personas vayan a conocerse y no puede romperse en ningún caso, aunque a veces pueda estar más o menos tenso, pero es, siempre, una muestra del vínculo que existe entre ellas.