viernes, 20 de julio de 2012

Kogui significa jaguar


La Sierra Nevada de Santa Marta es la cuna de los Tayrona, la más monumental pura y singular civilización del país. 
Allí viven alrededor de 30,000 personas de las etnias Kogui, Arhuaco, Kankuamo y Wiwa (Arsarios). Es la montaña y pirámide natural (otra pirámide en Colombia) más alta del mundo a orillas del mar (5.650) y tiene las dos montañas más altas de Colombia, los picos Colón y Bolívar.
Para cada una de las etnias que habita la sierra Nevada de Santa Marta,
 los picos nevados son considerados el centro del mundo, creen que la montaña es el corazón del mundo y que de hecho funciona como tal. 
Los primeros hombres sobre la tierra provienen de dichos grupos y, 
por lo tanto, son los “hermanos mayores”, mientras todos los que llegaron después son considerados como los “hermanos menores” (nosotros). 
La diferencia entre los dos, es el conocimiento que sobre la naturaleza tienen los “hermanos mayores”. Desde esa perspectiva, los “hermanos mayores”
 son los encargados de cuidar y preservar el mundo, tratando de velar porque el ciclo cósmico tenga un buen desarrollo; para que las enfermedades no destruyan la vida de los hombres; para que las cosechas sean buenas.
Los Kogui son una tribu precolombina que vive una existencia aislada. 
Son unos de los pocos que escaparon de la destrucción de la conquista española y todavía viven sus vidas conforme a su antigua herencia espiritual. Los Koguis demuestran una total indiferencia hacia las condiciones materiales de la vida y aunque por ejemplo, su situación económica puede mejorar, pues sus cultivos pueden dar mejores cosechas y existe la posibilidad de producir artículos para la venta, nunca ha sido esa su elección.
 Simplemente los aspectos materiales de la existencia no les interesan y por lo tanto, vivir en la pobreza no les causa un gran impacto. 
Sus tradiciones son completamente señoriales, pero de orientación completamente anti-materialista.
El mundo se concibe como dos pirámides sostenidas sobre una misma base. Internamente, lo conforman nueve mundos, cada uno con su propia tierra y sus propios habitantes. La tierra está ubicada en el quinto piso.
 Hacia arriba los mundos están emparentados con la luz y hacia abajo están emparentados con la oscuridad.

Concepción del mundo como un octaedro.
La Sierra es considerada como un cuerpo humano, donde los picos nevados representan la cabeza; las lagunas de los páramos el corazón; los ríos
 y las quebradas las venas; las capas de tierra los músculos; 
y los pajonales el cabello. 
Con esa base, toda la geografía de la Sierra es un espacio sagrado.

El Mamo.
La máxima autoridad de los koguis la constituye el mamo. 
Es el personaje central dentro del sistema de representación de los Kogui. 
Él es el intermediario entre las fuerzas celestiales y los hombres. 
Su sabiduría y conocimiento permite el equilibrio entre las fuerzas.
 Ellos son escogidos desde Su nacimiento y entrenados por otros mamos para cumplir con importantes tareas de comunicación con su mundo místico denominado “Aluna”.
 Por medio de meditaciones muy profundas, ayunos de varios días y ofrendas, los mamos ayudan a crear el balance y la armonía necesaria para el mundo. Dicen comunicarse con las plantas, animales y otros seres vivientes del mundo, para recibir consejos que les permitan cuidar del planeta. 
Así mismo, los mamos reciben noticias de grandes cambios en el mundo,
 tal como se ve en algunas profecías.
 Fielmente el mamo enseña que todo lo que obtenemos de la tierra debe ser devuelto a ella. Las semillas por ejemplo, son bendecidas antes de ser plantadas, y cada vez que se caza un animal debe existir algún tipo
 de recompensa para la tierra.
En los pueblos koguis no hay cárceles ni lugares de castigo, y predomina siempre un ambiente de paz, tranquilidad y espiritualidad.
 Desde los primeros años de convivencia entre la familia, son comunes las manifestaciones colectivas de trabajo espiritual que consisten en reuniones donde la gente canta, medita y hace oración alrededor del fogón en jornadas que incluyen niños y adultos y que suelen durar hasta altas horas
 de la madrugada.
Después de una entrevista dada por un Mamo en la ciudad de Londres,
 la autora de la página web “School of awakening” dice sobre los Kogui:
 “Debo comenzar diciendo que creo que los Kogui de Colombia son la civilización más refinada, inteligente, sensible y avanzada en este planeta
 hoy en día. He estado investigando durante los últimos 20 años, desde la primera vez que vi el impresionante documental de la BBC, “El Corazón del Mundo” por Alan Ereira. Más tarde, leí su libro, así como dos libros de Eric Julien, un geógrafo francés, que fue “salvado” por los Koguis 
y que vivió con ellos durante meses y escribió sobre sus experiencias”.

La profecía.
Los Kogui habían sobrevivido al mantenerse aislados del resto del mundo, pero alarmados por la excesiva explotación de la minería y la desforestación, 
se podía ver que algo andaba mal con su montaña, con el corazón del mundo. La nieve había dejado de caer y los ríos no estaban tan llenos. 
Si su montaña estaba enferma, entonces el mundo entero estaba en problemas. En 1992 decidieron que debían hablar con el resto del mundo.
 En el documental ‘Desde el corazón del mundo: Un mensaje de los hermanos mayores a la humanidad’ filmado por la BBC
 producido por el director Alan Ereira. 
Los Mamos entregan una marcada advertencia profética para el mundo sobre las acciones vandálicas de los hermanos menores (los occidentales modernos) hacia la Gran Madre.
Los Kogui dicen que sin el pensamiento, nada podría existir (esta es la estructura y base de la física cuántica moderna, en donde un átomo ha pasado de ser una partícula tangible, a ser más bien una posibilidad que se manifiesta a nivel físico una vez escogemos o tomamos una decisión, en pocas palabras, nosotros creamos la materia y la realidad con el pensamiento). 

Continuando con la profecía. Visita de un Kogui a Londres.
El líder Kogui, Jacinto Zarabata, de la Sierra Nevada de Santa Marta en el noroeste de Colombia, llegó al Reino Unido para advertir a la comunidad mundial de la destrucción del planeta.
Zarabata explica que es momento para que las personas del mundo occidental cambien de rumbo y de actitud, porque “aquí se le da privilegio al uso de las cosas en lugar de a su fuente. Ese es el error intelectual. 
Al final, todo es naturaleza”.
El líder kogui aclara que “cada cosa que nos rodea es una construcción
 de recursos naturales y lo que los kogui ven es la fuente de esos recursos
 y no la cosa”.
Jacinto Zarabata lamenta que el mundo occidental gire en torno 
a “la ambición por tener más”.
“Lo que todos tienen yo también tengo que tenerlo, de otra manera los demás tienen poder sobre mí. Las consecuencias son evidentes, pero no parecen evidentes para ustedes”, indica.
“Ustedes pueden ir a vivir al espacio exterior, está bien, pero no parecen capaces de volver al entendimiento de cómo vivir en armonía con la tierra.
 Eso es algo que olvidaron. 
Cuando entiendes eso, empiezas a entenderte mejor”.