miércoles, 11 de julio de 2012

La antigüedad de la luz que hoy te ilumina


La luz del Sol es de crucial importancia para la vida en nuestro planeta 
y a menudo no le damos importancia. 
La formación de la vida en la Tierra se debe a la energía emanada por el sol
 en forma de luz y calor a lo largo de miles de millones de años
 El Sol genera y gasta la misma cantidad de energía que la usada por toda
 la humanidad en todos los tiempos en menos de un segundo.
 Y ahora veremos que el modo en que la luz consigue llegar desde allí hasta aquí es un proceso increíble.

La energía creada en el proceso de fusión sale del núcleo en forma 
de partículas de luz y calor llamadas fotones, que son los que traen
 los cálidos rayos del Sol a la Tierra. 
Para llegar a nuestro planeta los fotones deben recorrer un largo 
camino a través de todas las capas del Sol. 
Primero un fotón entra en la zona radioactiva de 298.000 kilómetros 
de espesor, zona que posee tal densidad que el fotón choca constantemente contra otras partículas, entre ellas átomos de hidrogeno y helio; lucha por salir describiendo un caótico zigzag que los científicos denominan “paseo al azar”. En esta instancia el fotón no puede escapar sin entrar en contacto con otras partículas una y otra vez; los átomos lo absorben y vuelven a expulsarlo,
 y este proceso puede repetirse millones de veces.

A medida que la densidad desciende y se acerca al exterior del Sol,
 las colisiones e interacciones son menores. 
Cuando al fin llega a menos de 209.000 kilómetros de la superficie,
 el fotón entra en la zona convectiva y su paso se acelera de repente;
 aquí es conducido hacia arriba por una especie de ebullición, ascendiendo
en enormes columnas de gas a cientos de kilómetros por hora,
 y tardando solo diez días en llegar a la superficie solar. 

El increíble viaje casi ha terminado cuando el fotón despega mediante 
los tenues gases de la atmosfera solar; desde ahí solo tarda ocho minutos en recorrer los 150 millones de kilómetros de espacio hasta nuestro planeta. Increíblemente cuando la luz solar llega a la Tierra ya tiene una existencia 
de cientos de miles, o tal vez, millones de años.

Así que la próxima vez que te recuestes a tomar sol, o te sientes a leer un libro en una plaza, o simplemente salgas a la calle de día y veas todo a tu alrededor iluminado de manera natural, recuerda: esa luz fue creada hace millones de años, incluso antes de que existiera el primer ser humano, en el núcleo 
de nuestra estrella más cercana, el Sol.