Prometeo encolerizó de tal forma a Zeus que éste determinó
quitar el fuego a los hombres.
Esperaba así castigar indirectamente a Prometeo que se consideraba benefactor de la humanidad.
Pero Prometeo, al que gustaba presumir de astuto, entró sigilosamente
en el Olimpo robando tan preciado tesoro del carro del dios Sol
para devolverlo a los desamparados mortales..
